Para muchas personas, la cena se ha convertido en la comida principal del día, sobre todo para aquellos que pasan largas horas fuera de casa trabajando o estudiando.
Sin embargo, expertos han comenzado a plantear preocupaciones sobre los efectos de las comidas nocturnas, especialmente cuando son abundantes y se realizan antes de irse a dormir, en el organismo y los procesos digestivos.
¿Es malo comer de noche antes de acostarnos?
Un estudio presentado en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología, realizado recientemente en Roma, analizó la relación entre el momento en que se consumen los alimentos y sus efectos en el organismo.
La investigación realizada con más de 700 adultos reveló que comer tarde en la noche tiene un impacto significativo en la presión arterial de las personas.
El estudio encontró que el 24,2% de los participantes que habían cenado dentro de las dos horas antes de acostarse no experimentaron un descenso adecuado de la presión arterial durante la noche. Por otro lado, entre aquellos que habían cenado más temprano, el porcentaje bajó al 14,2%.
¿Qué dicen los expertos sobre consumir alimentos antes de dormir?
Según los especialistas, consumir alimentos antes de dormir hace que el organismo se mantenga en un estado de "alta alerta", lo cual estimula la producción de hormonas del estrés, como la adrenalina, y puede alterar los ritmos circadianos.
La doctora Ebru Ozpelit, profesora de cardiología de la Universidad de Dokuz Eylul en Turquía y quien presentó el estudio, afirmó que estos resultados sugieren que la hora en que se come es tan importante como los alimentos que se ingieren.
En este sentido, Ozpelit manifestó su preocupación ante los hábitos de alimentación erráticos que predominan en la vida moderna, como saltarse el desayuno y comer cada vez más tarde, los cuales pueden causar daños a largo plazo en la salud.
¿Cuántas horas antes de acostarse se deben consumir alimentos?
Cenar tarde en la noche no solo afecta la presión arterial, sino que puede tener otros efectos negativos en la salud. Por ejemplo, se ha observado un mayor riesgo de resistencia a la insulina y de trastornos de reflujo en aquellas personas que cenan cerca de la hora de dormir.
La doctora Sandra Hirsch, experta en nutrición humana del Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos de la Universidad de Chile, advierte sobre los efectos adversos de las comidas nocturnas en el organismo.
Según Hirsch, las comidas antes de acostarse pueden inhibir la degradación de la grasa en el cuerpo, dificultando así el proceso de pérdida de peso.
Los expertos recomiendan cenar al menos dos horas antes de irse a dormir para permitir un adecuado descenso de la presión arterial y evitar estimular la producción de hormonas del estrés.
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