Muchas personas tienen el hábito de ir a la cocina antes de irse a dormir en busca de una tentación nocturna, sin embargo, esta práctica puede tener consecuencias negativas para la salud, como interrumpir el sueño y provocar un aumento de peso.
¿Por qué no es recomendable comer antes de acostarse?
Diversos estudios han revelado que comer en la madrugada puede llevar al incremento de peso e incluso generar obesidad. Investigadores de la Escuela de Medicina de Harvard llevaron a cabo un estudio en el que analizaron a 30 personas sometidas a dietas controladas con el mismo valor calórico pero en diferentes horarios. Los resultados mostraron que el grupo que consumía más calorías durante la noche y menos en la mañana manifestaba una sensación constante de hambre.
Este fenómeno se explica debido a las hormonas reguladoras del apetito, leptina y grelina. La ingesta de alimentos antes de dormir puede alterar el equilibrio de estas hormonas y provocar una mayor sensación de hambre.
Además, comer o beber menos de una hora antes de acostarse puede afectar la calidad del sueño. Un estudio publicado en el British Journal of Nutrition demostró que esta práctica puede aumentar el riesgo de tener un sueño de mala calidad, lo que puede tener consecuencias en el estado de alerta y en el rendimiento durante el día siguiente.
La ingesta de alimentos tardíos también puede contribuir al aumento de peso. Las calorías extra consumidas en la noche suelen ser almacenadas como grasa en lugar de ser utilizadas como combustible. Esto no solo puede provocar un aumento de peso, sino también desencadenar enfermedades como obesidad, diabetes y síndrome metabólico.
Esto le pasa al cuerpo cuando comes en la madrugada
Además, la ingesta de alimentos en la madrugada también puede tener un impacto en la presión arterial. Un estudio encontró que aquellos participantes que habían comido dentro de las dos horas antes de acostarse no mostraron un descenso adecuado de la presión sanguínea en un 24,2% de los casos.
Comer en la madrugada puede tener efectos negativos para la salud. Además de interrumpir el sueño y potenciar el aumento de peso, esta práctica puede tener consecuencias a largo plazo en la salud metabólica. Por lo tanto, es recomendable evitar la ingesta de alimentos en horas tardías y establecer una rutina de alimentación adecuada para garantizar un descanso reparador y mantener un peso saludable.