¿Es posible que lo que pensamos justo antes de dormir tenga un impacto en la calidad de nuestro sueño? Según investigaciones recientes, parece que sí.
Un estudio afrimó que las personas que duermen bien y tienen una buena calidad de sueño suelen tener pensamientos más visuales y placenteros antes de conciliar el sueño, mientras que aquellos con insomnio tienden a tener pensamientos más enfocados en la planificación y resolución de problemas.
Estos resultados ponen de manifiesto la importancia de controlar nuestras ideas antes de acostarnos para asegurarnos una noche de descanso reparador.
¿Cuál es la relación de la calidad del sueño con los pensamientos?
El estudio reveló que las personas que duermen bien suelen experimentar principalmente imágenes sensoriales visuales mientras se quedan dormidos. Ven personas y objetos e incluso tienen experiencias similares a las de un sueño.
Por otro lado, las personas con insomnio tienen pensamientos menos visuales y más centrados en la planificación y resolución de problemas. Estos pensamientos suelen ser menos placenteros y más estresantes en comparación con aquellos que disfrutan de un buen sueño.
Además de la diferencia en los pensamientos previos al sueño, las personas con insomnio también suelen experimentar una preocupación constante por no poder dormir. Esto crea un ciclo vicioso en el que el esfuerzo por conciliar el sueño solo provoca más insomnio. Por el contrario, las personas que duermen bien no suelen tener problemas con sus pensamientos antes de dormir y no se estresan por ello.
El estrés emocional también juega un papel importante en la calidad del sueño. Un estudio encontró que incluso niveles moderados de estrés antes de acostarse pueden afectar la capacidad para conciliar el sueño. Incluso ver televisión en exceso antes de dormir puede tener un impacto negativo en la calidad del sueño, causando fatiga y síntomas de insomnio.
Técnicas para tener mejor calidad de sueño
Afortunadamente, existen técnicas que se pueden utilizar para cambiar el estilo y el contenido de nuestros pensamientos antes de dormir. Una técnica llamada "reenfoque cognitivo", desarrollada por el psicólogo e investigador Les Gellis, consiste en distraerse con pensamientos placenteros antes de acostarse. La clave está en elegir un escenario no demasiado interesante para evitar la excitación cognitiva nocturna y facilitar la conciliación del sueño.
En conclusión, nuestros pensamientos antes de dormir pueden tener un impacto significativo en la calidad de nuestro sueño. Las personas que duermen bien suelen tener pensamientos más visuales y placenteros, mientras que aquellas con insomnio tienden a tener pensamientos más enfocados en la planificación y resolución de problemas.
Controlar nuestros pensamientos antes de acostarnos y utilizar técnicas de reenfoque cognitivo puede ayudarnos a mejorar nuestra calidad de sueño y disfrutar de un descanso reparador.
