En el camino hacia la realización de nuestros proyectos y en nuestras relaciones personales, es común que nos sintamos frustrados cuando las expectativas que tenemos no se cumplen. Sin embargo, ¿qué pasaría si en lugar de enfocarnos en las expectativas, nos centramos en cultivar nuestra intención?
De acuerdo con el libro Change Mindset: surfeando el cambio, seguir tres fases: tener una intención orientada a la acción, desapegarnos de los resultados y mantener la energía a lo largo del tiempo nos permitiría alcanzar nuestros objetivos de manera más satisfactoria.
Cuidado con lo que se pide en los propósitos de Año Nuevo
Cuando tenemos expectativas, estamos proyectando imágenes mentales de cómo deberían ser las cosas, ajustando nuestra realidad a nuestros deseos y fantasías. Sin embargo, la realidad no siempre se ajusta a nuestras expectativas y esto puede generar frustración. Esperamos que los demás actúen de cierta manera, que obtengamos el reconocimiento que buscamos o que las circunstancias sean ideales en fechas importantes para nosotros. Pero estos deseos no siempre se cumplen.
Es importante cambiar nuestro enfoque y alejarnos de las expectativas. En lugar de soñar con un clima perfecto en un día especial, podemos poner nuestra intención en disfrutar independientemente de las condiciones meteorológicas. Además, en lugar de desear que alguien cambie para que nos sintamos bien, podemos enfocarnos en comprender al otro y evitar que sus respuestas nos afecten. Esto nos brinda una sensación de fortaleza y nos permite aprender más.
Mientras las expectativas nos impulsan hacia el futuro, hacia nuestros deseos y anhelos, la intención se centra en el presente, en lo que podemos hacer y en los recursos de los que disponemos. Cultivar la intención nos permite poner nuestra energía en lo que está en nuestras manos y nos ayuda a tomar acción de manera sostenible en el tiempo.
¿Cómo evitar la frustración si no se cumplen los propósitos de Año Nuevo?
Las expectativas también pueden afectar nuestra relación con nosotros mismos. Nos exigimos ser perfectos en todas las circunstancias, esperando que nuestro cuerpo actúe según nuestros deseos y que seamos rápidos e inteligentes en situaciones complicadas. Sin embargo, somos seres humanos y hay momentos en los que somos brillantes y otros en los que somos torpes. Liberarnos de estas expectativas imposibles e innecesarias nos alivia de sufrimientos innecesarios y nos permite aceptarnos como somos.
Cultivar la intención de ser amables, de aprender de cada dificultad y de ser conscientes de nuestro propio crecimiento nos permite disfrutar más de quiénes somos y de seguir avanzando en nuestras metas. Es importante recordar que la vida es aquello que nos sucede mientras estamos ocupados haciendo otros planes, como mencionaba John Lennon.
Por tanto, es necesario cambiar nuestro enfoque y dejar de vivir en un mundo de expectativas. En su lugar, debemos cultivar la intención, enfocarnos en lo que podemos lograr y trabajar hacia ello. Al hacerlo, seremos capaces de superar obstáculos y alcanzar nuestros objetivos de manera más satisfactoria y enriquecedora.
Esta nota fue realizada con la ayuda de Inteligencia Artificial.
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