Según el experto, Craig N. Sawchuk, no existen cambios alimentarios que puedan curar la ansiedad por completo, pero prestar atención a lo que se come puede ser de ayuda para tratar esta condición.
Sawchuk también señala la importancia de prestar atención a la sensibilidad a los alimentos, ya que, en algunas personas, ciertos alimentos o aditivos pueden provocar reacciones físicas desagradables que impactan en el estado de ánimo, como irritabilidad o ansiedad.
Si la ansiedad es intensa y afecta a las actividades cotidianas o a la calidad de vida, se recomienda buscar apoyo psicológico (psicoterapia), medicamentos u otro tipo de tratamiento.
¿Cómo sentirse mejor al sufrir de ansiedad por medio de los alimentos?
Este experto destaca la importancia de llevar una alimentación equilibrada y saludable en general, que incluya muchas frutas y vegetales frescos, evitando excesos. También se recomienda consumir regularmente pescados ricos en ácidos grasos omega-3, como el salmón.
Uno de los consejos es incluir proteínas en el desayuno, ya que esto ayuda a sentirse satisfecho durante más tiempo y mantener niveles normales de glucemia, lo cual proporciona más energía durante el día.
Además, se recomienda consumir hidratos de carbono complejos, como granos integrales (avena, quinua, panes y cereales integrales), ya que se cree que aumentan los niveles de serotonina en el cerebro, generando un efecto tranquilizante.
Es fundamental realizar modificaciones en el estilo de vida, como mejorar los hábitos de sueño, buscar apoyo social, utilizar técnicas de reducción del estrés y hacer ejercicio de forma regular.
¿Existen alimentos que alteren la ansiedad?
Aunque no existe una prueba exacta, se habla de que, es importante reducir o evitar el consumo de alcohol, ya que, aunque pueda producir un efecto tranquilizante inmediato, a medida que el organismo lo procesa, puede causar irritabilidad e interferir con el sueño.
Asimismo, es recomendable limitar o evitar la cafeína, porque puede generar sensación de tensión y nerviosismo, además de afectar el sueño.
Si bien los cambios en la alimentación pueden tener un impacto en el estado de ánimo y la sensación de bienestar, es valioso recordar que no sustituyen el tratamiento profesional.
Es importante tener paciencia, ya que pueden pasar cierto tiempo hasta que los cambios en la alimentación y el estilo de vida impacten en la ansiedad.