En un mundo lleno de peligros los padres buscan constantemente formas de proteger a sus hijos. Una de esas formas es a través de la oración, un acto de amor y cuidado que les brinda consuelo y les permite encomendar a sus seres queridos a un poder superior. En este sentido, ha surgido una poderosa oración a los 3 Arcángeles: Miguel, Gabriel y Rafael, que promete proteger a los hijos de todo mal y peligro.
Oración para pedir a los Arcángeles por la protección de los hijos
Esta plegaria invoca a los Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael como intercesores divinos para brindar protección a los hijos. Se reconoce a los Arcángeles como enviados de Dios, dispuestos a ayudar en la vida cotidiana. La oración busca su intercesión para salvar a los hijos de cualquier amenaza o daño.
La oración comienza invocando a San Miguel como un poderoso guerrero celestial, capaz de defender a los hijos contra cualquier peligro físico o espiritual que pueda acecharlos. Se le pide que cubra tanto sus cuerpos como sus almas con su escudo protector, guiándolos por el camino de la rectitud y el bien.
Poderosa oración para pedir a los Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael por la protección de los hijos
“Amados arcángeles, Miguel, Gabriel y Rafael, les pido su protección para mis hijos. Sé que ustedes son enviados por Dios para ayudarnos en nuestra vida cotidiana, y hoy les suplico su intercesión para que protejan a mis hijos de todo mal. San Miguel, poderoso guerrero celestial, defiende a mis hijos contra los peligros físicos y espirituales que puedan amenazarlos.
Cubre sus cuerpos y sus almas con tu escudo protector, y guíalos por el camino de la justicia y el bien. San Gabriel, mensajero divino, ilumina el camino de mis hijos, para que sigan el camino que Dios tiene preparado para ellos. Ayúdalos a comprender su propósito en la vida, y a tomar decisiones sabias y acertadas. San Rafael, guardián de la salud y la sanación, protegen a mis hijos de enfermedades y accidentes.
Guíalos hacia un estilo de vida saludable, y ayúdalos a encontrar la curación física, emocional y espiritual cuando sea necesario. Les agradezco, amados arcángeles, por su amor y protección. Les pido que cubran a mis hijos con su manto de luz, y los guíen por el camino de la paz y la felicidad. Que así sea. Amén”.