Un estudio dirigido por investigadores de la Universidad Tohoku de Sendai (Japón) reveló que los bebés expuestos a más de cuatro horas diarias de pantallas durante su primer año de vida experimentaron retrasos en el desarrollo de habilidades de comunicación, resolución de problemas, motricidad fina y habilidades personales y sociales a los 2 y 4 años.
La investigación, publicada en The Journal of the American Medical Association Pediatrics, realizó un seguimiento a 7.097 familias y encontró una asociación entre el tiempo frente a la pantalla y los retrasos en el desarrollo de los bebés. Sin embargo, no se estableció una relación de causalidad directa.
Distintas sociedades pediátricas y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han recomendado limitar el uso de pantallas en los bebés durante su primer año de vida y establecer un máximo de una hora diaria para niños de entre dos y cuatro años.
La importancia del acompañamiento de los padres en el crecimiento de los hijos
El doctor Juan Carlos Castellanos, médico especialista en psiquiatría infantil, destacó la importancia de la interacción cara a cara entre padres e hijos. Asimismo, señaló que es fundamental contar con adultos que acompañen el crecimiento y desarrollo de los niños, tanto física como emocionalmente.
El estudio también menciona que es necesario explorar en futuras investigaciones la diferencia entre el tiempo de pantalla destinado a ser educativo y el tiempo de pantalla más centrado en el entretenimiento.
¿Cuántas horas diarias de pantallas son recomendables para los niños?
La Academia Americana de Pediatría (AAP) ha establecido recomendaciones sobre el uso de pantallas en diferentes grupos de edad. En bebés menores de 18 meses, se aconseja evitar la exposición a pantallas, excepto en el caso de videochats. Para niños de dos a cinco años, se debe limitar el uso de medios a entre media y una hora al día, siempre que los contenidos sean de alta calidad.
En el caso de niños de 5 a 12 años, se recomienda acompañarlos en el uso de pantallas durante una hora a una hora y media al día. En la adolescencia, se enfatiza la importancia de educar a los jóvenes en un uso responsable y saludable de la tecnología.
Ante estos hallazgos, los padres deben considerar la importancia de establecer límites adecuados en el uso de pantallas, así como fomentar la interacción familiar y el desarrollo de habilidades sociales y emocionales en los niños.
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