El ajo, un alimento muy utilizado en la preparación de diversas recetas, ha demostrado tener propiedades nutricionales y medicinales que lo convierten en un aliado para la salud, pues según expertos, cuenta con compuestos azufrados que le confieren propiedades antiinflamatorias y analgésicas.
Además de sus beneficios nutricionales, también es una fuente de minerales como manganeso, selenio, calcio, cobre y potasio, así como vitaminas B6 y C, además, tiene pocas calorías, lo que lo convierte en una excelente opción para ser incluido en una dieta equilibrada y saludable.
Conoce los beneficios del ajo en la alimentación
El principal compuesto activo del ajo es la alicina, la cual ofrece múltiples beneficios para el organismo. En cuanto a las articulaciones, el ajo ayuda a disminuir la respuesta inflamatoria del cuerpo gracias a la alicina y a sus antioxidantes, adicionalmente, sus compuestos sulfurados le proporcionan propiedades analgésicas y regulan la respuesta del sistema inmune.
Los múltiples compuestos de este popular alimento resultan favorables para las articulaciones y para aliviar las molestias de la artritis, por ejemplo el potasio contribuye a mantener la función muscular y el equilibrio de líquidos, mientras que el magnesio mejora la función muscular y reduce el dolor en estas áreas. Por otro lado, la vitamina C actúa como antiinflamatorio y fortalece las articulaciones, mientras que el selenio tiene propiedades antirreumáticas.
El ajo para aliviar el dolor en las articulaciones y la artritis
Estudios han revelado que su consumo regular podría prevenir el desarrollo de la osteoartritis, y no solo eso, pues recientemente investigadores encontraron que las personas que consumían alimentos ricos en azufre, como el ajo, tenían menos probabilidades de desarrollar esta enfermedad en la cadera.
Para aprovechar sus bondades en el alivio del dolor en las articulaciones, existen diferentes formas de utilizarlo. Por ejemplo, se puede preparar un aceite de ajo mezclándolo con aceite de mostaza, el cual se utiliza para masajear zonas en donde se sienta dolor. Otra opción es mezclarlo con limón para hacer un jugo antiinflamatorio. También se puede consumir el ajo crudo, preferiblemente en ayunas, o aplicarlo directamente en el área que esté afectada.