Las vacaciones y días festivos suelen ser momentos de alegría y celebración, pero también pueden convertirse en trampas alimentarias que dificultan mantener una alimentación sana.
Para evitar caer en malos hábitos, es importante planificar y tomar medidas para garantizar que su familia siga una dieta equilibrada y realice actividad física incluso durante estos periodos.
La primera trampa alimentaria a la que nos enfrentamos es durante las vacaciones y reuniones familiares. Es común que durante los viajes y las comidas fuera de casa, se descuide la alimentación saludable y el ejercicio. Sin embargo, es posible mantener buenos hábitos incluso en estas circunstancias.
Recomendaciones que le ayudarán a no caer en las trampas
Una recomendación clave es planificar las comidas con antelación. Si opta por comer en restaurantes, puede dividir los platos principales y los postres para controlar las porciones. También es importante evitar la comida rápida y llevar consigo snacks saludables en caso de necesitarlos.
Además, es fundamental mantenerse activo durante las vacaciones. Programe tiempo para realizar actividades físicas como caminar o nadar en la piscina del hotel. De esta manera, se podrá compensar el tiempo de inactividad y mantener un equilibrio en la salud.
Durante los días festivos, es común caer en excesos alimenticios. Sin embargo, no es necesario temerles ni evitarlos por completo. Una estrategia eficaz es planificar con cuidado los días festivos y no perder de vista lo que se está comiendo.
Tener a mano alimentos y refrigerios saludables puede marcar la diferencia. Además, es importante evitar prolongar la celebración durante todo un mes y retomar una alimentación saludable al día siguiente.
Otra trampa alimentaria que enfrentamos es la hora del refrigerio, especialmente cuando los niños regresan a casa después de la escuela y buscan comer por diferentes motivos.
Para evitar que se decanten por opciones poco saludables, es aconsejable involucrar a los niños en la elección del refrigerio y explicarles la importancia de opciones nutritivas. También se sugiere mantener a los niños entretenidos con actividades divertidas como jugar afuera, bailar o pintar un cuadro, en lugar de recurrir a la comida.
¿Qué hacer cuando no hay tiempo para preparar comidas saludables?
La falta de tiempo es otra trampa frecuente que dificulta la actividad física regular. Sin embargo, es posible encontrar soluciones si se planifica de antemano. Se recomienda elaborar un plan con el niño donde se incluyan momentos para la actividad física, incluso en días apretados. Tener una alternativa lista después de que oscurezca, como ejercitarse con un video de ejercicios, puede ser útil.
Además, es importante recordar que las cenas no tienen que ser elaboradas. Incluso si no se cuenta con mucho tiempo, se pueden preparar cenas simples pero nutritivas, como un sándwich, una sopa, una fruta y un vaso de leche.
La clave para evitar las trampas alimentarias y mantener una alimentación sana en vacaciones y días festivos es el compromiso y la planificación. Es responsabilidad de los padres brindar una buena nutrición y fomentar la actividad física en su familia.