Según expertos en el cuidado canino, el consumo de mango por parte de los perros puede ocasionar diversos problemas de salud, pues aunque esta fruta tropical es apreciada por muchas personas en todo el mundo, su ingesta puede plantear riesgos para nuestras mascotas.
¿Qué pasa si los perros comen mango?
Uno de los principales problemas de esta deliciosa fruta, es su alto contenido de azúcar, lo cual puede resultar perjudicial para ellos teniendo en cuenta que no es tan fácil de digerir. Esto ocasiona complicaciones gastrointestinales como diarrea y vómitos, síntomas que suelen aparecer en las primeras horas después de que el perro la haya comido.
Además, el mango contiene una sustancia llamada urushiol, presente en la cáscara y que puede ser tóxica para los perros, ya que podría causar reacciones alérgicas en la piel de los caninos, como picazón, enrojecimiento e inflamación.
Un aspecto importante a tener en cuenta es la pepa del mango, pues si un perro la ingiere accidentalmente, puede causar obstrucciones intestinales, lo que representa una emergencia médica grave que podría requerir cirugía para evitar daños en el sistema digestivo del perro.
Los efectos que tiene el mango en la salud de los perros
Además de los problemas digestivos y alérgicos, algunos perros pueden experimentar síntomas más graves después de consumir mango, como letargo, debilidad, temblores e incluso convulsiones. En caso de se presente alguno de estos signos después de consumir este alimento, es necesario buscar atención veterinaria de inmediato, ya que podría tratarse de una intoxicación grave.
Para evitar estas consecuencias, los dueños de perros deben tomar medidas para prevenir el acceso de sus mascotas al mango. Esto incluye mantener los mangos fuera de su alcance, desechar las cáscaras y las pepas adecuadamente y estar atentos a cualquier signo de malestar después de que un perro haya consumido mango.
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