La técnica de envolver bebés, conocida como swaddling, está ganando popularidad entre muchos padres gracias a las redes sociales. Aunque no sea una práctica tradicional, sí es frecuente en varias regiones de Oriente Medio y en algunos países europeos como Reino Unido.
A través de internet, se comparten los beneficios que trae esta técnica, como un mejor sueño y menor cantidad de despertares en los niños. Sin embargo, ¿qué tan ciertas son estas afirmaciones? ¿Es seguro envolver a los bebés?
Beneficios y riesgos de envolver a los bebés
Según la Academia Americana de Pediatría, envolver a los bebés puede hacerlos sentir más cómodos y abrigados, similar a cuando estaban en el útero materno. Esto favorece que se mantengan calmados, duerman mejor y lloren menos.
No obstante, también advierte que se debe realizar correctamente, ya que envolverlo de forma inadecuada puede dificultar su despertar y aumentar el riesgo de muerte súbita del lactante. Además, un envolvimiento muy apretado y con las piernas extendidas puede causar problemas en las caderas y sobrecalentamiento.
El fisioterapeuta pediátrico, José Antonio Pérez, coincide en que el envolvimiento inadecuado puede afectar el desarrollo motor del niño, especialmente en las caderas. Esto puede resultar en alteraciones en la marcha futura, crecimiento o alineación de los miembros inferiores, e incluso en la inestabilidad de la cadera. Por lo tanto, recomienda no envolver a los bebés de forma excesivamente apretada y no más allá de los dos primeros meses de vida.
Si los padres consideran que su bebé puede beneficiarse del envolvimiento, se recomienda acudir a un profesional cualificado para recibir las recomendaciones necesarias.
¿Qué es la muerte súbita del lactante?
La muerte súbita del lactante es definida por la AEP como la muerte repentina e inexplicable de un niño menor de un año mientras duerme. Aunque la incidencia exacta en España se desconoce, se trata de una de las principales causas de muerte en los bebés durante su primer año de vida. En Estados Unidos, la AAP registra 2.063 víctimas por muerte súbita del lactante en 2010.
La AEP recuerda a los padres y cuidadores las claves para asegurar un sueño placentero y seguro para los bebés, evitando el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante o asfixia. Además, para prevenir la plagiocefalia posicional, se recomienda jugar con el bebé boca abajo mientras está despierto y alternar la posición de la cabeza durante el sueño.
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