El cuidado del cabello es fundamental para muchas personas, ya sea para mantener una imagen estética o como parte de su identidad. National Geographic consultó a dermatólogos para conocer cómo mantener sano el cabello y cuáles son los ingredientes que pueden tener consecuencias en el cuero cabelludo.
Según los expertos, aunque no es estrictamente necesario lavar el cabello con regularidad para mantenerlo saludable, el cuidado capilar es esencial para nuestra autoimagen y nuestra posición en la sociedad, por lo que hoy en día, el uso que hacemos del pelo va más allá de su función fisiológica, convirtiéndose en una forma de autoexpresión y empoderamiento.
¿De qué se compone nuestro cabello?
La industria del cuidado capilar mueve miles de millones de dólares, y la oferta de productos es abrumadora. Ante esta variedad, los expertos explican la importancia de entender la ciencia del cabello y qué aspectos se deben tener en cuenta al adquirir productos capilares.
El cabello se compone de un tallo, la parte visible, y la raíz, que está ubicada debajo de la piel y se une a los folículos pilosos. Estos folículos son los encargados de favorecer el crecimiento del pelo. A lo largo de su vida, el pelo pasa por tres fases: crecimiento, transición y caída.
La definición de un cabello sano puede variar, pero se considera que un cabello grueso, largo, brillante y resistente es signo de buena salud capilar. Por otro lado, la caída excesiva, el cabello fino con el cuero cabelludo visible, sin brillo y dañado son indicadores de mala salud capilar.
Con el paso de los años, los folículos producen menos melanina, lo que hace que el cabello se vuelva blanco. Además, el crecimiento del cabello se ralentiza y se vuelve más fino, lo que lo hace más propenso a sufrir daños por factores ambientales como el viento, la luz ultravioleta, la humedad y productos químicos.
¿Qué debemos tener en cuenta al momento de cuidar nuestro cabello?
Al cuidar el cabello, es importante encontrar un equilibrio. Según los expertos, lavar el cabello con regularidad es fundamental para mantenerlo hidratado y con el aspecto deseado. Sin embargo, lavarlo en exceso puede resultar en un cabello seco. Además, la frecuencia de lavado puede variar según el tipo de cabello y las actividades que realicemos.
En cuanto a los ingredientes de los productos capilares, se recomienda evitar el uso de sulfatos, como el lauril sulfato sódico, que pueden resecar el cabello. También es importante tener en cuenta los parabenos y las fragancias, que pueden causar irritación en algunas personas.
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