El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) es un importante desorden mental que puede afectar a personas de todas las edades, según explican expertos en psicología clínica y psiquiatría. Este trastorno se caracteriza por la presencia de obsesiones y/o compulsiones que causan un malestar significativo y pueden interferir en las rutinas personales y laborales de quienes lo padecen.
¿Cuáles son los síntomas de tener trastorno obsesivo compulsivo?
Según la doctora Susana Amodeo Escribano, psicóloga clínica adjunta del Servicio de Psiquiatría de Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, el TOC suele comenzar en la adolescencia o en la edad adulta joven, pero también puede iniciar en la infancia.
Los síntomas tienden a variar en su gravedad a lo largo de la vida, y pueden agravarse en épocas de mayor estrés. Se considera un trastorno crónico, pudiendo tener síntomas desde leves a moderados, hasta llegar a ser tan graves y prolongados que limiten la capacidad de la persona.
¿Cuáles son los factores que generan el trastorno obsesivo compulsivo?
Existen tres factores de riesgo asociados al TOC, según la especialista. El primero se relaciona con factores temperamentales, como la tendencia a la inhibición conductual en la infancia y la emocionalidad negativa internalizada. El segundo factor de riesgo es de tipo genético, ya que tener familiares de primer grado con el trastorno aumenta la probabilidad de desarrollarlo.
Por último, se menciona que el maltrato físico o sexual en la infancia, así como otros sucesos estresantes a lo largo de la vida, pueden también incrementar el riesgo de padecer TOC.
Es importante diferenciar entre obsesiones y compulsiones para comprender mejor este trastorno. Las obsesiones son pensamientos, impulsos o imágenes mentales recurrentes y persistentes que se experimentan como intrusivos e inapropiados, causando ansiedad y malestar significativo.
Por otro lado, las compulsiones son conductas repetitivas, como el lavado de manos o la comprobación constante de objetos, o actos mentales, como contar números en silencio o repetir palabras, que se realizan como respuesta a una obsesión o siguiendo rigurosas normas para reducir la ansiedad.
El diagnóstico del TOC debe ser realizado por un especialista en psicología clínica o psiquiatría, quienes evaluarán exhaustivamente los síntomas y determinarán si se trata de síntomas obsesivos sin significación clínica o de un trastorno. El tratamiento adecuado es fundamental para evitar que el trastorno afecte negativamente el funcionamiento personal y laboral de la persona afectada.
Si bien no existe una forma segura de prevenir el trastorno obsesivo compulsivo, recibir tratamiento temprano puede ayudar a controlar sus síntomas y mejorar la calidad de vida de quienes lo padecen. La comprensión y el apoyo de familiares y amigos también son fundamentales en el proceso de recuperación de estas personas.