La resequedad de la piel es un problema común que puede afectar a personas de todas las edades. Este trastorno ocurre cuando la piel pierde demasiada agua y aceite, lo que puede dar lugar a síntomas incómodos y dolorosos.
Entre los síntomas más comunes de la piel seca se encuentran la descamación, el descascarado o exfoliación de la piel, la sensación áspera, la rigidez, especialmente después del baño, y las grietas que pueden llegar a sangrar. Aunque puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, es más común en las manos, los pies, los brazos y la parte inferior de las piernas.
Existen diversas causas de la piel seca, entre las cuales se encuentran el aire frío y seco del invierno, los hornos que calientan el aire y eliminan la humedad, así como el aire caliente y seco de los ambientes desérticos.
Estas acciones pueden estarle generando piel seca
Además, el uso frecuente de acondicionadores de aire, los baños o duchas calientes y prolongados, el lavado frecuente de manos con jabones agresivos, algunos jabones y detergentes, así como las condiciones cutáneas como el eccema y la psoriasis, pueden contribuir a la sequedad de la piel. Asimismo, el envejecimiento también puede ocasionar una disminución en la producción de aceite natural de la piel, volviéndola más propensa a la deshidratación.
Frente a la piel seca, es importante tomar medidas para restaurar la humedad en la piel. Se recomienda utilizar ungüentos, cremas o lociones humectantes de dos a tres veces al día, o incluso con mayor frecuencia si es necesario, para bloquear la humedad en la piel.
¿Cómo mejorar la piel seca con acciones cero costosas?
Lo ideal es aplicar los humectantes sobre la piel húmeda, por lo que es importante secar la piel dando palmaditas después de bañarse y luego aplicar la crema humectante. Es fundamental evitar productos para el cuidado de la piel y jabones que contengan alcohol, fragancias, colorantes u otros químicos.
Además, se aconseja tomar baños o duchas cortos con agua tibia, evitando el uso de agua caliente. Es recomendable reducir la duración de los baños de 5 a 10 minutos y limitarse a bañarse una vez al día.
En lugar de usar jabón normal, se pueden probar limpiadores cutáneos suaves o jabones con humectantes agregados. Es importante utilizar solamente jabón o productos de limpieza en áreas específicas como la cara, axilas, áreas genitales, manos y pies. Asimismo, se debe evitar restregarse la piel y afeitarse inmediatamente después de bañarse, cuando el vello es más suave.
Para una mayor comodidad, se recomienda utilizar ropa suave y cómoda que no irrite la piel, evitando las telas ásperas como la lana. A la hora de lavar la ropa, es aconsejable utilizar detergentes libres de colorantes o fragancias. En caso de picazón en la piel, se recomienda aplicar una crema hidratante y una compresa fría en las áreas irritadas, y en caso de inflamación, se pueden probar lociones o cremas de hidrocortisona de venta libre.
Es importante destacar que si la piel seca viene acompañada de síntomas graves, como una picazón intensa sin un salpullido visible, dificultad para dormir debido a la sequedad y picazón, presencia de heridas o llagas abiertas debido al rascado excesivo, o si las recomendaciones de cuidados personales no alivian la sequedad y la picazón, se debe buscar atención médica para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados.