Como es bien sabido, tener un buen descanso nocturno es fundamental para mantener una buena salud y energía durante todo el día, sin embargo, cada vez más personas sufren de insomnio ocasional, principalmente debido al estrés provocado por las actividades diarias, es por eso que es importante adoptar hábitos de sueño saludables y mantener una dieta equilibrada.
La piña, una de las frutas que te ayudará a combatir el insomnio
Una dieta balanceada y variada es clave para el bienestar y esto incluye la búsqueda de alimentos que aporten nutrientes esenciales para el funcionamiento óptimo del cuerpo, incluido el sueño, pues según estudios realizados por la Clínica Mayo, la melatonina es una hormona fundamental para regular el ciclo sueño-vigilia, y ciertos alimentos pueden estimular su producción, entre ellos la piña.
Esta fruta que puede ayudar a combatir el insomnio y mejorar la calidad del sueño pues tiene compuestos activos que estimulan la producción de serotonina, una hormona que ayuda a relajarse y actúa como un sedante natural.
Además, durante la noche, el cerebro convierte el triptófano en melatonina, y el consumo de piña se asocia con un mejor descanso. las enzimas presentes en la piña, como la bromelina, también colaboran en el proceso digestivo y evitan molestias durante la noche.
Otras frutas que pueden ayudarte a conciliar el sueño
No solo la piña, sino otras frutas también pueden contribuir a mejorar la calidad del sueño, las cerezas contienen triptófano, serotonina y melatonina, sustancias beneficiosas para la salud y el bienestar. Las fresas también son ricas en triptófano, lo cual contribuye a mejorar tanto la calidad como la duración del sueño. Por otro lado, los frutos secos, como las almendras y las nueces, son ricos en melatonina, favoreciendo un buen descanso nocturno. El kiwi, por su contenido en serotonina, también puede ayudar a tener un sueño de mayor calidad.
Otros factores para poder dormir
Además de añadir estas frutas a la dieta, existen otros consejos que se recomiendan para mejorar el sueño, establecer una rutina diaria para dormir, evitar hacer siestas después de las 3:00 p.m., acondicionar el dormitorio para dormir, no quedarse en la cama despierto por mucho tiempo, hacer ejercicio regularmente (pero no justo antes de dormir), y beber algo tibio antes de ir a la cama, son algunas de las recomendaciones para lograr un buen descanso nocturno.
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