Según un nuevo estudio, consumir grandes cantidades de alimentos y bebidas ultraprocesados, especialmente aquellos edulcorados artificialmente, podría estar relacionado con el desarrollo de la depresión en las mujeres.
¿Por qué la investigación relaciona estos alimentos con la depresión en las mujeres?
La investigación revela que existe un riesgo aproximado de un 50% mayor para aquellas mujeres que consumen 9 raciones o más de estos alimentos al día, en comparación con aquellas que consumen 4 raciones o menos.
El estudio, publicado en la revista JAMA Network Open, se basa en la dieta de casi 32,000 mujeres de mediana edad que participaron en el Nurses' Health Study II, un estudio longitudinal sobre la salud de la mujer. Cabe destacar que el estudio se centró exclusivamente en mujeres, por lo que los resultados no pueden generalizarse a la población masculina.
El coautor del estudio, el Dr. Andrew T. Chan, profesor de la cátedra Daniel K. Podolsky de Medicina en la Facultad de Medicina de Harvard, señaló que la investigación se enfocó en analizar la relación entre la ingesta de alimentos y el riesgo posterior de desarrollar un nuevo episodio de depresión. Sin embargo, también se plantea la posibilidad de que estos alimentos ultraprocesados puedan empeorar el estado de ánimo de las personas con depresión crónica.
¿Cuál es el vínculo con otras enfermedades?
El estudio también reveló que, al analizar alimentos ultraprocesados específicos, aquellos elaborados con edulcorantes artificiales mostraron un mayor riesgo de depresión entre las participantes del estudio.
Se cree que estos alimentos están relacionados con la aparición de la depresión debido a su asociación con la inflamación crónica, un factor que se reconoce como una de las causas fundamentales de muchas enfermedades crónicas. Hay evidencias de que los alimentos ultraprocesados también se asocian con el desarrollo de cáncer colorrectal en hombres, enfermedades cardiacas y la muerte prematura tanto en hombres como en mujeres.
Además, se sugiere que estos alimentos podrían afectar al microbioma intestinal, lo que a su vez tiene implicaciones en la depresión, dada la conexión cada vez más reconocida entre el estado de ánimo y la actividad de los microbios intestinales.
Si bien este estudio proporciona evidencia de una posible relación entre el consumo de alimentos ultraprocesados y la depresión en mujeres, se destaca que esta asociación es observacional. Por lo tanto, no se puede determinar una causalidad directa y es importante tener en cuenta otros factores de riesgo conocidos, como antecedentes familiares de depresión, altos niveles de estrés y la falta de una red de apoyo social.La comunidad científica enfatiza la necesidad de realizar más investigaciones para obtener una comprensión más completa de cómo estos alimentos ultraprocesados pueden afectar la salud mental, y cómo se interrelacionan la depresión y la ingesta de estos alimentos.