Joaquín (Sebastián Carvajal) y Violeta (Adriana Arango) en Ana de nadie se han caracterizado por ser grandes amigos que se han ayudado tanto profesionalmente como en sus situaciones sentimentales, pues Violeta es la mejor amiga de Ana (Paola Turbay), el gran amor del periodista; y Cortés se ha ido acercando bastante a Luciano Ucross (Andrés Toro), el arquitecto que tanto ama Violeta.
Ahora bien, Violeta está pasando, en este momento, por la situación más difícil que ha tenido que vivir en toda esta historia, pues se dio cuenta de que la joven asistente que contrató hace meses y que se convirtió en su amiga es, en realidad, la hija que fue obligada a dar en adopción hace 33 años.
Joaquín, por su parte, tiene dolorosas situaciones en su corazón porque no ha podido estar con la mujer de su vida, Ana, a quien tuvo que ver en la audiencia de la Fiscalía.
Joaquín va en busca de la ayuda de Violeta, pero se da cuenta de que ella lo necesita
Así pues, el periodista llegó a la oficina de Violeta para saber si la arquitecta le había dicho algo de ese encuentro, pero se encontró con una mujer destrozada, que estaba llorando y bebiendo como nunca la había visto.
Luego de que Violeta lo insultara, le dijera que es un cobarde y lo tratara de echar de su oficina, diciéndole que no le importa su relación con Ana porque ella tiene problemas más importantes, Joaquín se dio cuenta de que era el momento de ser apoyo y no de pedirlo.
Joaquín le ayuda a Violeta a enfrentar su realidad en Ana de nadie
Violeta le confesó que apareció su hija adoptada y él le dio el valor de que fuera a buscarla para aclarar las cosas, diciéndole que no piensa que sea una mala mujer ni mamá, pues ella sólo tuvo que soportar los tratos y las decisiones de sus papás tomaron por ella.
Además, la llevó en su carro hasta la casa de Oriana y le dijo que la iba a esperar ahí hasta que terminara la conversación que debe tener con ella.
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