Joaquín (Sebastián Carvajal) y Luciano (Andrés Toro) de Ana de nadie tienen un problema que los une: aman a mujeres que tienen situaciones complejas y con las que no pueden tener una relación amorosa estable.
En el caso del periodista, por ejemplo, la arquitecta Ana Ocampo (Paola Turbay), la mujer que ama, cree que es un estafador y un vividor que se iba a aprovechar de ella para luego dejarla, algo que lo hizo sentir muy mal.
Por otro lado, el arquitecto Luciano Ucross, lleva más de 30 años enamorado de una mujer que lo lastimó por haberlo dejado de la noche a la mañana y, ahora que se reencontraron, ella no hace otra cosa que tratarlo duramente y él sigue sin entender este comportamiento.
Joaquín y Luciano se apoyan por lo que están viviendo con Ana y Violeta
En el capítulo de este lunes 26 de junio, vimos cómo este par de personajes, quienes han forjado una gran amistad, se tomaron una cerveza juntos para desahogarse y hablar de lo que están sintiendo en sus vidas amorosas.
Y es que debemos recordar que Joaquín, por su parte, tuvo que ver a Ana en la Fiscalía porque los dos son testigos clave en la investigación en contra de Horacio Valenzuela y Adelaida Gomez por el caso de la licitación de la electrificadora con la alcaldía.
Joaquín le confiesa a Luciano que sigue sintiendo muchas cosas por Ana
Este encuentro hizo que el periodista se diera cuenta de que la conexión que tiene con la arquitecta sigue siendo muy fuerte y que, por más que se quieran odiar, se siguen amando, por lo que le dijo a su amigo que tuvo que salir corriendo de la Fiscalía.
Por otro lado, Luciano tuvo que vivir una cita bastante extraña con Violeta, ya que ella la interrumpió de un momento a otro y “lo despachó” luego de que él le hablara de un descubrimiento que hizo sobre su mamá y Oriana.
Esta reacción de Violeta, de hecho, hizo que Ucross se desilusionara bastante y hasta declaró que ese fue su último intento en tener algo con la mujer de su vida.
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