El hipo es una molestia común que afecta a muchas personas en diferentes momentos de sus vidas. Aunque generalmente desaparece por sí solo en poco tiempo, puede resultar incómodo e interferir en las actividades diarias como comer y hablar. A lo largo del tiempo, se han propuesto varios remedios caseros para detener el hipo, aunque muchos de ellos carecen de comprobación científica.
Algunas de las técnicas populares para tratar el hipo se basan en la estimulación de los nervios vago o frénico, que están relacionados con el diafragma, el músculo responsable del hipo. Aunque la efectividad de estos métodos no ha sido rigurosamente evaluada, pueden resultar útiles para algunas personas.
Remedios caseros para quitar rápidamente el hipo
Según la Mayo Clinic, es posible eliminar el hipo de forma natural siguiendo algunos consejos para estimular los nervios y los músculos del tórax. Algunas recomendaciones incluyen beber un vaso de agua fría o chupar un cubo de hielo, ya que esto estimula los nervios del tórax. También se puede intentar aguantar la respiración durante el mayor tiempo posible o respirar dentro de una bolsa de papel para aumentar los niveles de dióxido de carbono en la sangre y estimular el sistema nervioso.
Otra técnica consiste en respirar profundamente y de forma lenta para estirar el diafragma y los músculos de la respiración. Además, sorprenderse o reírse intensamente puede liberar adrenalina que afecta el funcionamiento cerebral y estimula los nervios musculares, lo que puede ayudar a detener el hipo.
¿Cómo quita el hipo de forma efectiva?
Además, se sugiere beber un poco de agua inclinando el cuerpo hacia delante o hacia abajo, ya que esto relaja el diafragma. Otra opción es taparse la nariz y hacer fuerza para soltar el aire contrayendo el tórax, un ejercicio conocido como maniobra de valsalva, que también estimula los nervios del tórax.
Por último, consumir una cucharada de azúcar, miel, limón, jengibre o vinagre puede ser útil, ya que estas sustancias estimulan las papilas gustativas, sobrecargan los nervios de la boca y distraen al cerebro con otros estímulos, lo que puede relajar el diafragma y poner fin al hipo.
Es importante destacar que, si el hipo persiste por un periodo prolongado de tiempo o se presenta de forma recurrente, es recomendable consultar a un profesional de la salud para obtener un diagnóstico adecuado y descartar posibles afecciones subyacentes.
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