En la agitada vida moderna, el estrés se ha convertido en una constante para muchas personas. Sin embargo, no todos experimentan este fenómeno de la misma manera. Existe un tipo de estrés que pasa desapercibido, incluso para aquellos que lo sufren. Se trata del estrés silencioso, una forma oculta de angustia que afecta a individuos aparentemente tranquilos y serenos.
¿Cuáles son los síntomas de estrés silencioso?
Raquel Cortés, una mujer de 37 años que está finalizando su doctorado en Literatura, es un claro ejemplo de esta realidad. Aunque aparenta ser una persona tranquila y dulce.
Raquel vive angustiada la mayor parte del tiempo. Con un constante dolor en el estómago y los nervios a punto de estallar, Raquel esconde el estrés silencioso que la aqueja. Preocupaciones como el avance de su tesis, el temor a que su madre se enferme o la incertidumbre laboral, han debilitado su salud física y emocional de manera progresiva.
¿Cuál es la diferencia del estrés silencioso y el estrés convencional?
El estrés silencioso se diferencia del estrés convencional en que no provoca reacciones explosivas ni explosiones de ira. Por el contrario, se mantiene en el interior, sin hablar ni expresar las emociones.
Esta forma de estrés se manifiesta como una forma de parálisis emocional, llevando a las personas a no actuar en situaciones que requieren una respuesta. Permanecen en relaciones infelices, en trabajos insatisfactorios y postergan tareas administrativas importantes.
La directora del centro de meditación de Londres, Jillian Lavender, destaca que el estrés silencioso genera una respuesta inapropiada al estrés, al igual que las reacciones exageradas. La falta de acción y la inercia emocional mantienen a las personas atrapadas en situaciones infelices.
El estrés es una respuesta fisiológica normal del ser humano ante situaciones de alarma o peligro. Sin embargo, cuando esta respuesta se activa de manera permanente y afecta negativamente al organismo, se vuelve perjudicial. Según el psiquiatra y médico laboral Felipe Villegas, el estrés silencioso se activa a menudo sin una amenaza física real, sino a través de pensamientos relacionados con un futuro incierto.
Según la APA (American Psychological Association), existen tres tipos de estrés: el agudo, el agudo episódico y el crónico. El estrés crónico es el que se asocia al estrés silencioso. Una persona que padece estrés crónico no ve salida a una situación negativa y desarrolla una visión del mundo que provoca un estrés interminable.
La psiquiatra Yahira Rossini Guzmán destaca algunos síntomas que pueden ayudar a identificar el estrés silencioso. Si se experimenta una preocupación constante por todo, cansancio, irritabilidad, dificultad para concentrarse, fatiga y problemas de sueño durante al menos seis meses, es hora de enfrentar el problema.
Para enfrentar el estrés silencioso, los expertos aconsejan tomar la vida con tranquilidad, aprender a escuchar el cuerpo y consultar al médico en caso de presentar múltiples síntomas sin conexión aparente. Asimismo, se destaca la importancia de disminuir el estigma asociado a acudir a un psicólogo o psiquiatra, ya que buscar ayuda profesional puede evitar dolores de cabeza y pasos innecesarios.
