Los terremotos son fenómenos geológicos que han dejado una profunda impresión en la humanidad debido a las devastadoras consecuencias que pueden provocar. Cada día, sin poder predecirlo, la Tierra tiembla y miles de temblores sacuden nuestro planeta, golpeando en diversas partes del mundo.
Estos eventos sísmicos son el resultado del lento movimiento de las placas tectónicas dentro de la corteza terrestre y el manto superior, generando tensiones que, con el tiempo, llegan a un punto crítico de ruptura.
La mayoría de los temblores son imperceptibles para los seres humanos, pero ocasionalmente se produce una sacudida de gran magnitud, como el ocurrido entre Siria y Turquía la noche del 5 al 6 de febrero de 2023, que dejó varios miles de personas fallecidas. Con una magnitud de 7,8, este terremoto se ha considerado potencialmente el más mortífero de la década, según científicos consultados por la agencia Reuters.
¿Por qué tiembla la Tierra?
El 80% de los terremotos en el planeta ocurren a lo largo de las costas del océano Pacífico, conocido como el "Anillo de Fuego", debido a la intensa actividad volcánica en esa región. La mayoría de estos sismos ocurren en zonas sísmicas o fallas geológicas, donde las placas tectónicas colisionan o se rozan entre sí.
Estos impactos generan una acumulación gradual de tensión, la cual se libera en forma de ondas sísmicas que se propagan a través de la corteza terrestre, llegando a la superficie y generando los terremotos.
En muchas ocasiones, estos fenómenos naturales van acompañados de desastres adicionales, como deslizamientos de tierra, tsunamis, deslaves, incendios o inundaciones, que exacerban aún más la destrucción y aumentan el número de víctimas.
Hasta ahora, ningún terremoto ha superado los 9,5 grados registrados en Chile el 22 de mayo de 1960. Los científicos consideran que un terremoto de magnitud 8 o superior es catastrófico y pueden ocurrir anualmente en algún lugar del mundo.
A pesar de los avances científicos, aún es imposible detectar cuándo y dónde ocurrirá un temblor
A pesar de los avances científicos, los expertos aún no han logrado predecir con exactitud cuándo y dónde ocurrirá el próximo gran terremoto. Es por eso que es esencial implementar planes de emergencia, fortalecer la construcción de edificaciones resistentes y seguir las medidas de seguridad antes, durante y después de un sismo.
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