Aunque culturalmente esta acción puede ser vista como extraña o incluso indicar un problema de salud, investigaciones revelan que el diálogo con uno mismo mejora la retención de memoria, la toma de decisiones y la regulación emocional.
¿Cuáles son los beneficios de hablar solo?
La psicóloga Pilar Conde, de Clínicas Origen, explica que la práctica de hablar en voz alta está relacionada con mejoras en la memoria, la toma de decisiones y la regulación emocional. Por lo tanto, pensar en voz alta puede tener múltiples beneficios para aquellos que lo practican. Además, nuestra naturaleza social nos impulsa a expresarnos y si pasamos tiempo solos, hablar en voz alta puede ser una forma positiva de interacción con nosotros mismos.
Incluso hablar con nuestras mascotas puede ser beneficioso. Aunque no entiendan las palabras exactas, su respuesta y interacción nos hacen sentir acompañados. Además, explicarles nuestras actividades diarias puede ayudarnos a organizar mejor nuestras acciones y fijar recuerdos.
¿Cuáles son la razones por la que hablamos solos en voz alta?
Aunque es común hablar solo en voz alta en momentos de reflexión, planificación y autorregulación, es importante tener en cuenta que en algunas ocasiones puede estar relacionado con problemas de salud mental.
La psicóloga Pilar Conde indica que es necesario prestar atención cuando hablar solo en voz alta está relacionado con alucinaciones, especialmente en pacientes que padecen trastornos psicóticos como la esquizofrenia. En estos casos, es importante buscar ayuda médica o acompañar al especialista a la persona que sospechamos está siendo víctima de alucinaciones.
En resumen, hablar solo en voz alta puede ser una práctica beneficiosa para nuestra mente y emociones, siempre y cuando no se presenten otros síntomas que indiquen la presencia de alucinaciones. Es importante tener cuidado con el contenido de nuestro diálogo interno, evitando críticas y reproches que puedan afectar nuestra autoestima. En su lugar, utilizar un diálogo constructivo puede ser motivador y ayudarnos a encontrar soluciones a conflictos y superar obstáculos.
Por último, esta práctica también nos puede ayudar a identificar preocupaciones, estrés y angustias que podemos estar experimentando. Realizarnos preguntas en voz alta puede ser una forma eficaz de encontrar explicaciones, tomar decisiones y resolver conflictos.
