Los pisos laminados son una elección popular en muchos hogares debido a su durabilidad, facilidad de instalación y atractiva apariencia. Sin embargo, es importante tener en cuenta ciertas recomendaciones para mantenerlos limpios y en buen estado a lo largo del tiempo.
Toma en cuenta estas recomendaciones para limpiar tu piso laminado
La primera regla de oro para cuidar los pisos laminados es mantenerlos libres de polvo, arena y partículas abrasivas que puedan rayar la superficie. Para ello, se recomienda barrer regularmente con una escoba de cerdas suaves o utilizar una aspiradora con una boquilla de cerdas suaves para evitar dañar el piso.
Cuando se presenten manchas o derrames, es fundamental actuar de inmediato. Las manchas de líquidos, como jugos, vino o café, deben ser limpiadas con un paño o toalla de papel absorbente, evitando que los líquidos permanezcan en el piso durante mucho tiempo, ya que podrían infiltrarse entre las juntas del laminado y causar daños.
En caso de manchas sólidas, como cera de vela o chicle, se recomienda utilizar hielo para endurecer el material antes de rasparlo cuidadosamente.
¿Cómo limpiar y dar brillo al piso laminado?
Para la limpieza general, se aconseja utilizar una mezcla de agua tibia con una pequeña cantidad de detergente suave o un limpiador específicamente diseñado para pisos laminados. Es importante no excederse con el agua y utilizar un paño o mop de microfibra ligeramente húmedo para evitar el exceso de humedad que podría dañar el piso.
La humedad excesiva es el enemigo de los pisos laminados, ya que puede filtrarse entre las juntas y debilitar la base del laminado, llevando a la deformación del piso. Por ello, se recomienda evitar el uso de trapeadores empapados y asegurarse de que el paño o mop estén apenas húmedos antes de la limpieza. Después de finalizar, es importante secar cualquier exceso de agua en el piso.
Es importante utilizar productos de limpieza específicamente diseñados para pisos laminados, ya que estos no dañan la capa protectora del laminado y no dejan residuos. Se deben evitar los limpiadores a base de aceite, cera o silicona, ya que pueden crear una capa resbaladiza y atraer la suciedad.
Un truco casero para limpiar pisos laminados es utilizar vinagre blanco destilado en una solución de limpieza. Sin embargo, es esencial hacerlo con cuidado para evitar dañar la superficie. Se debe mezclar aproximadamente un galón de agua tibia con 1/4 de taza de vinagre blanco destilado, y luego sumergir un mop o trapeador de microfibra en la solución.
Es importante escurrir bien el mop antes de pasar por el piso y realizar movimientos suaves y en una sola dirección para evitar el exceso de agua en el laminado. Después de limpiar, se debe secar inmediatamente con un paño suave o mop seco para evitar la humedad residual.
Siguiendo estas recomendaciones, es posible mantener los pisos laminados en excelente estado durante muchos años.