Dormir adecuadamente es fundamental para mantener una buena salud y vitalidad, especialmente en la medida que envejecemos. Sin embargo, siempre ha sido una incógnita cuántas horas de sueño son necesarias para un descanso óptimo.
A lo largo de los años, nuestro cuerpo experimenta los efectos del envejecimiento, lo que puede llevar a sentir cansancio, dolores en las articulaciones y otras consecuencias. Por eso es importante mantener hábitos saludables que nos permitan mantener energía y vitalidad conforme avancen los años.
El número de horas que el cerebro necesita para descansar
Teniendo en cuenta esto, dormir correctamente es clave para darle al cuerpo, especialmente al cerebro, el tiempo necesario para recuperarse del estrés diario. Está comprobado que una buena noche de sueño nos brinda más energía, mejora nuestro desempeño, nos mantiene alerta y optimistas, y mejora nuestras facultades psicosociales.
Entonces, ¿Cuántas horas de sueño son realmente necesarias? Según Medline Plus, los adultos requieren entre siete y ocho horas de sueño. Estas horas permiten al cuerpo descansar y recuperarse adecuadamente, lo que se refleja en una mayor vitalidad.
No obstante, hay diversos factores que pueden dificultar un buen descanso. Por ejemplo, las actividades nocturnas, un entorno de sueño desfavorable (ruido, luz excesiva o temperatura), el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir, los problemas médicos o el estrés pueden ser causas de un sueño insuficiente.
¿Qué sucede si el cerebro no descansa lo suficiente?
Incluso, la falta de sueño puede tener graves consecuencias en nuestras vidas diarias. La fatiga y el cansancio extremo causados por la falta de descanso pueden llevar a accidentes automovilísticos. Cada año, hasta 100.000 accidentes y 1.550 muertes son ocasionados por conductores agotados. Manejar con sueño puede ser tan peligroso conducir como bajo los efectos del alcohol, disminuyendo nuestra atención y tiempo de reacción.
Recuerda que un hábito constante de falta de sueño a lo largo de los años, especialmente en la adultez, puede aumentar el riesgo de desarrollar diabetes, enfermedades cardíacas, obesidad, infecciones y deterioro de la salud mental.