La sequedad ocular, también conocida como ojos secos, es un problema común que afecta a un gran número de personas. Se caracteriza por la falta de suficientes lágrimas para lubricar los ojos, lo que puede resultar en molestias y síntomas incómodos.
Según los expertos, los signos y síntomas de los ojos secos pueden incluir sensación de pinchazo, ardor o picazón en los ojos, mucosidad viscosa alrededor de los ojos, sensibilidad a la luz, sensación de tener algo en los ojos, dificultad para usar lentes de contacto, ojos llorosos, visión borrosa o fatiga ocular.
La salud ocular es fundamental para nuestro bienestar
Es importante que las personas que experimentan signos y síntomas prolongados de sequedad ocular, como enrojecimiento, irritación, cansancio o dolor de ojos, acudan a su proveedor de atención médica. El proveedor de atención médica podrá tomar medidas para determinar la causa del problema ocular o referir al paciente a un especialista.
Existen diversas causas de la sequedad ocular, entre ellas se encuentran los cambios hormonales, enfermedades autoinmunitarias, inflamación de las glándulas sebáceas en los párpados o enfermedades oculares alérgicas. También puede haber una disminución en la producción de lágrimas o un aumento en la evaporación de estas.
Causas y cómo se puede tratar el síndrome del ojo seco
Las glándulas lagrimales, ubicadas encima de cada globo ocular, son responsables de suministrar líquido lagrimal que lubrica la superficie del ojo cada vez que parpadeamos. Sin embargo, en algunos casos, puede haber una disminución en la producción de lágrimas, lo que lleva a la sequedad ocular.
Asimismo, la obstrucción de las glándulas de Meibomio, que producen una película de aceite en el borde de los párpados, puede contribuir a la evaporación excesiva de las lágrimas.
Existen ciertos factores que pueden aumentar el riesgo de padecer ojos secos, como tener más de 50 años, ser mujer (especialmente durante el embarazo, el uso de anticonceptivos o la menopausia), usar lentes de contacto o haberse sometido a cirugía ocular refractiva.
Es importante destacar que los ojos secos pueden generar complicaciones como infecciones oculares, daño en la superficie de los ojos e incluso disminución de la calidad de vida.
Para prevenir los síntomas de los ojos secos, se recomienda evitar situaciones que los desencadenen, como exponerse al viento, humo o aire seco. Además, es recomendable descansar los ojos durante tareas que requieran concentración visual y mantener un ambiente adecuado, evitando el aire seco.
En casos de ojos secos crónicos, se pueden utilizar lágrimas artificiales regularmente para mantener los ojos lubricados.
En conclusión, la sequedad ocular es un problema frecuente que afecta a muchas personas. Es importante estar atento a los síntomas y consultar con un profesional de la salud en caso de presentar signos prolongados. Con medidas preventivas y el uso adecuado de lágrimas artificiales, es posible aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de quienes sufren de ojos secos.