Ana (Paola Turbay) no está pasando por un buen momento en Ana de nadie, pues su mamá Dolores se accidentó y ella ha tenido que estar pendiente en el hospital. Por otro lado, cuando trató de llamar a Joaquín (Sebastián Carvajal), Mona estaba en el apartamento del periodista y pudo desviar la llamada, haciendo que Cortés se enterara del accidente tiempo después.
Cuando Joaquín por fin se enteró y quiso ir al hospital a acompañar a su amada en el difícil momento, se dio cuenta de que su hijo sólo se podía quedar con la practicante y le pidió su ayuda, algo a lo que ella, por supuesto, no se iba a negar. No obstante, a Cortés no le fue muy bien en la visita a su suegra y prefirió devolverse con su hijo.
Joaquín llegó con bastantes dudas sobre su relación con Ana sobre todo por la actitud de Horacio (Jorge Enrique Abello) con ella y las palabras de Camila, hermana de la arquitecta, quien le dio a entender al periodista que no tenía cabida en la vida de la mujer que ama.
Joaquín prefiere irse sin despedirse de Ana y volver a su apartamento con su hijo
Esto lo obligó a llegar a su casa a concentrarse en su hijo Teo y se encontró con una escena bastante especial, pues se dio cuenta de que el niño se la lleva bastante bien con su asistente y, cuando ella se iba a ir, la invitó a quedarse, teniendo en cuenta que estaba muy tarde y parecía estar cansada.
Mona gana cada vez más terreno en la vida de Joaquín
Esto le agradó a Teo, quien de inmediato empezó a preparar el sofá para que se quedara su nueva amiga y ella, por supuesto se emocionó, tanto así que volvió a usar su jugada de dejar su perfume en la cama del hombre que tanto le gusta, ya sea para que la recuerde en las noches o para causarle problemas con su novia.
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