Cayó la noche y con ella Horacio (Jorge Enrique Abello) y su soledad. Y es que muchas veces quien tanto planifica su vida, llega el momento en el que la soledad se vuelve en su mejor compañera y eso es precisamente lo que él vive.
Aunque con el pasar de las horas recuerda que tiene muchas cualidades, que aún puede tener en sus manos a la mujer que desee así que estando en un bar, Horacio (Jorge Enrique Abello) no duda en lanzar sus cartas, esas que siempre le han dado todo lo que ha querido.
Sentado, solo, empieza a ver cómo una hermosa mujer también lo mira, y se ponen de acuerdo para que ella sea quien llegue a él. Se le ve confiando y seguro y además no duda en hacerle conversación.
Una conquista fallida para Horacio
Pero ella es más joven que él, se le nota a kilómetros, sin embargo, Horacio no lo ve como un muro entre ellos dos. La joven, Cintia, quien en su momento fue pareja de Luciano, pero que Horacio no lo sabe, no duda en hablar con él y hacerle saber que en una aplicación puede conseguir un gran amor y hasta le asegura que “te van a llover mujeres”.
Sin embargo, él se muestra convencido de que es con ella con quien quisiera estar y se lo deja saber de una forma muy sutil, y justo cuando cree que la ha conquistado y que ella está cayendo en todas sus palabras de amor, le hace saber que llegó su amigo y sin mediar más palabras ella se va.
Cintia resultó muy amiga, pero de su hijo Pedro
Pero Cintia antes le hace saber que siempre le han gustado los hombre maduros y guapos, que incluso su expareja lo fue. Por eso Horacio siente que tiene todo bajo control y posibilidades, pero no, todo falla. Falla tanto, que el amigo de Cintia resultó siendo su hijo Pedro.
Cuando Horacio vio esa escena no dudó en esconderse de ambos y ellos siguieron su plan, pero con algo de cambios, porque en ese mismo sitio estaba Luciano, el exnovio de Cintia, y acompañado de Violeta quien quiso también mirar si Luciano tomaba alguna de sus palabras, y lo hizo, pero de la peor manera.
Lo cierto es que esta cita de Horacio no terminó en nada, por el contrario, él se dio cuenta que no podía buscar opciones jóvenes porque quizás ya no era de sus mejores atributos, porque incluso, la joven le hace saber a Pedro que estaba ayudando a “un señor”, solo porque le pareció “tierno”.
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