Luego de ofrecerle sus servicios como arquitecta a Luciano Ucross y de que éste quedara asombrado con su perfil profesional y al mismo tiempo preocupado por su actual posición en la empresa de la competencia, es decir, en la empresa que construyó junto a Horacio, Ana decide enfrentar a su exesposo con el fin de llegar a un acuerdo para continuar con su vida como lo tiene planeado.
Al recibir su inesperada llamada, Horacio queda completamente desconcertado y toma la decisión de llamar a Dolores para comentarle que Ana se había comunicado con él para ofrecerle un nuevo comienzo.
Por su parte, Ana tiene un pequeño inconveniente con Joaquín, quien parece molesto luego de escucharla hablando con su exesposo para ofrecerle un nuevo comienzo juntos. Sin embargo, la arquitecta saca todo su encanto para contentarlo y hacerle saber que no hay nada que temer ya que esto lo hace únicamente con la intención de solucionar sus problemas.
Ana toma el valor de pedirle el divorcio a Horacio
Al reencontrarse con su exesposo, Ana llega con todo su encanto para hacer el ambiente un poco ameno, pues sabía que la reacción de Horacio al pedirle el divorcio no sería la mejor, y no se equivocó.
Luego de manifestarle al hombre que el motivo por el cuál le había pedido reunirse era porque necesitaba oficializar su divorcio ante la ley, pues el estar ligada a él no le permitía avanzar en sus planes de convertirse en una mujer independiente y libre.
Horacio se niega a darle el divorcio a Ana
Al escuchar esto, Horacio indignado se niega rotundamente a hacerlo y decide abandonar el lugar. Sin embargo, Ana va tras él para exigirle una razón válida por la que no quiere terminar su relación de manera legal, si ambos cuentan con sus respectivas parejas.
Ante esto, Horacio argumenta que la razón por la que no lo hace es porque la está protegiendo de Joaquín y sus intenciones de quitarle todo su dinero, dinero que según él trabajaron juntos durante muchos años.
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