Un nuevo artículo de salud ha surgido, advirtiendo sobre los posibles riesgos de ducharse con agua caliente. Aunque muchas personas disfruten de una ducha caliente y reconfortante, médicos y expertos sugieren que esta práctica podría estar perjudicando en lugar de beneficiar a la salud de la piel.
Según expertos, ducharse con agua caliente puede empeorar cualquier infección cutánea existente y deshidratar la piel al eliminar el sebo, las grasas y los aceites esenciales para mantenerla en buen estado.
La falta de humedad en la dermis puede provocar sequedad e incluso destruir la barrera cutánea que protege la piel de agentes irritantes o infecciosos.
¿Por qué es malo para la slaud ducharse con agua caliente?
Además, pasar demasiado tiempo bajo una ducha caliente puede afectar no solo a la piel, sino también al cabello. Enfermedades dermatológicas como la dermatitis atópica, la psoriasis, el acné y el síndrome de la piel rosácea pueden empeorar con el contacto prolongado de agua caliente.
Asimismo, para aquellos con piel excesivamente seca, la ducha caliente puede empeorar su condición al dañar la barrera cutánea. Incluso aquellas personas sin problemas cutáneos deben tener cuidado al ducharse con agua caliente, ya que puede eliminar los aceites naturales y beneficiosos de la piel.
Los expertos aconsejan la moderación al ducharse con agua caliente, especialmente durante el invierno, ya que tanto el agua caliente como el aire caliente y seco de los radiadores pueden contribuir a la sequedad y picazón en la piel.
El agua caliente es perjudicial para la salud de tu cabello
Asimismo, el agua caliente también puede afectar la salud del cabello al eliminar los aceites beneficiosos y dificultar la acción del champú y acondicionador. En invierno, es común que el cabello crezca más lentamente y se caiga más con los cambios de estación debido a la exposición regular al agua caliente.
En resumen, los expertos recomiendan evitar ducharse con agua caliente durante largos períodos de tiempo y optar por duchas más cortas y templadas para minimizar los posibles daños. Además de proteger la salud de la piel y el cabello, esta práctica también puede ayudar a reducir el consumo de gas y, por lo tanto, ahorrar en la factura mensual.
Tener precaución y ser consciente de los posibles riesgos al ducharse con agua caliente es fundamental para mantener una piel sana y un cabello fuerte y saludable.
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