Esta fase ocurre aproximadamente entre los 8 meses y los 2 años de edad, y es parte del proceso de aprendizaje de los niños para enfrentar su entorno.
¿Qué es cómo trata la ansiedad por separación?
Durante los primeros meses de vida, los bebés suelen no experimentar temor ante situaciones nuevas o personas desconocidas, ya que aún no han desarrollado un sentido de lo que es normal y seguro.
Sin embargo, a partir de los 8 meses, los niños comienzan a sentir miedo cuando se enfrentan a personas o lugares nuevos, ya que reconocen a sus padres como figuras familiares y seguras. Durante esta etapa, la separación de los padres puede generar inseguridad y amenaza para el niño.
Es importante destacar que la ansiedad por la separación es una fase normal en el desarrollo infantil y cumple una función evolutiva, ya que ayudaba a nuestros ancestros a mantenerse seguros. A medida que los niños crecen, adquieren la capacidad de comprender que sus padres están temporalmente fuera de su vista, pero que regresarán. También comienzan a explorar su independencia.
Para superar la ansiedad por la separación, es fundamental que los niños se sientan seguros en su hogar y confíen en otras personas además de sus padres. También es importante que confíen en que sus padres regresarán. Aunque esta etapa suele superarse alrededor de los 2 años de edad, es normal que la ansiedad por la separación resurja en momentos de estrés.
Recomendaciones de los expertos para tratar este estado de ánimo en los niños
En casos de estrés o situaciones médicas, los niños buscarán la seguridad y protección de sus padres. En estos casos, se recomienda que los padres acompañen al niño siempre que sea posible. Si no es posible, es recomendable exponer al niño previamente a la situación para reducir la ansiedad. Algunos hospitales cuentan con especialistas en vida infantil que pueden ayudar a explicar los procedimientos y afecciones médicas a los niños.
En casos de ansiedad por separación persistente pasados los 2 años de edad, es recomendable consultar a un profesional médico para determinar si el niño presenta un trastorno de ansiedad u otra condición. Sin embargo, en la mayoría de los casos, la ansiedad por separación común no requiere un tratamiento específico.
Es importante recordar que cada niño es único y puede experimentar la ansiedad por separación de manera distinta. Los padres deben estar atentos a signos como sufrimiento excesivo al separarse del cuidador principal, renuencia a ir a la escuela o lugares nuevos, renuencia a dormirse sin la presencia del cuidador primario y preocupación por la pérdida o daño del mismo.
La ansiedad por la separación es una etapa normal en el desarrollo de los niños y, aunque puede generar preocupación en los padres, es importante comprender que es parte del proceso de aprender a enfrentar el mundo. Brindar un ambiente seguro, confianza en otras personas y en el regreso de los padres, son factores clave para ayudar a los niños a superar esta etapa y fortalecer su independencia emocional.
Esta nota fue realizada con la ayuda de Inteligencia Artificial.
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