Durante los últimos años, el estreptococo del grupo B (EGB) ha sido la causa de la mayoría de infecciones bacterianas en recién nacidos en países desarrollados. Esta bacteria también puede provocar infecciones en mujeres embarazadas y personas con sistemas inmunitarios debilitados.
¿Cómo se trasmite el estreptococo?
A diferencia de una enfermedad de transmisión sexual (ETS), el EGB no se contagia entre personas. Es un microorganismo que se encuentra en una zona específica y puede o no desarrollarse, causando infecciones en ocasiones.
El peligro de esta bacteria radica en su transmisión al feto durante el parto, lo que puede resultar en una enfermedad para el bebé. Por lo tanto, es importante conocer los riesgos, estar informados y tomar medidas preventivas.
Es importante tener en cuenta que no todos los bebés nacidos de madres portadoras de la bacteria contraen la enfermedad.
El EGB se encuentra en la placenta de mujeres embarazadas, lo que puede favorecer su transmisión al feto. Algunas causas que aumentan este riesgo incluyen el parto antes de la semana 37, un parto anterior en el que se haya transmitido la bacteria al recién nacido, fiebre durante el parto y una infección en el tracto urinario durante el embarazo.
En recién nacidos, los síntomas de una infección por EGB pueden incluir fiebre, piel azulada, letargo o dificultad para respirar. En las madres embarazadas, los síntomas pueden ser dolor abdominal, fiebre y flujo vaginal anormal. En personas con sistemas inmunitarios debilitados, los síntomas pueden ser escalofríos, fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, náuseas y vómitos.
¿Cómo se diagnostica y se trata las infecciones por estreptococo?
La presencia de esta bacteria en mujeres embarazadas se puede diagnosticar mediante pruebas de laboratorio, como análisis de sangre y orina, y cultivos bacterianos. Se recomienda realizar pruebas entre las semanas 35 y 37 de embarazo para determinar la presencia del estreptococo del grupo B.
Durante el parto, se administra un antibiótico, generalmente penicilina, por vía intravenosa para prevenir la transmisión de la bacteria al recién nacido. En caso de alergia a la penicilina, se utiliza otro antibiótico.
En caso de que los métodos de prevención no sean efectivos, la infección por Streptococcus agalactiae puede tener consecuencias graves como neumonía, sepsis o meningitis en el recién nacido.
Es importante estar informados y tomar medidas preventivas para proteger a los recién nacidos y mujeres embarazadas de las infecciones por el estreptococo del grupo B.
Esta nota fue realizada con la ayuda de Inteligencia Artificial.
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