Facebook desató un escándalo con su propuesta de crear un Instagram para niños de menos de 12 años, que tuvo que frenar. Pero a partir de los 13, los preadolescentes ya son aceptados en redes sociales con poca protección y a veces trágicas consecuencias, según padres y expertos.
Esto se debe a que 13 años es la mayoría de edad legal en internet, de acuerdo con una ley de hace dos décadas, y es el límite requerido por Facebook, Instagram y Snapchat, todos muy populares entre los niños.
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Josh Golin, de la organización Fairplay (Juego Limpio), afirma que la Ley de Protección de la Privacidad de los Niños en Internet (COPPA en inglés) buscaba proteger la privacidad de los menores de 12 años, pero fue creada mucho antes de las redes sociales y quedó ahora peligrosamente rezagada.
"A los 13 años, básicamente internet te trata como un adulto", dijo a la AFP. "Dudo que muchas personas dirían ahora (...) que parece un buen momento para arrojarse a la boca del lobo".
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Expertos hacen un llamado a las plataformas sociales
Senadores estadounidenses han llamado a una audiencia para hablar acerca de los "efectos tóxicos de Facebook e Instagram" en los jóvenes, que incluirá un interrogatorio a la ejecutiva de Facebook Antigone Davis. Las preocupaciones sobre el potencial daño que pueden causar las plataformas a los jóvenes se dispararon después de que el Wall Street Journal revelara una investigación de Facebook sobre la afectación que puede causar Instagram a las adolescentes.
Tras la revelación, el gigante de las redes sociales anunció el lunes la suspensión del desarrollo de una versión para niños de la aplicación de fotos, para consultar a padres y grupos que lucharon en contra del proyecto. Sin embargo, Tristan Harris, presidente y cofundador del Centro para la Tecnología Humana, anotó:
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"Eso no detiene a todos los niños que ya están allí, cuyas ideas suicidas, dismorfias corporales, ansiedad y depresión permanecen", en referencia a la larga lista de daños atribuidos al uso continuo de redes sociales entre los jóvenes.
Las preocupaciones son mayores para los de 13 años, a quienes falta una década para tener completamente desarrolladas partes del cerebro claves para tomar decisiones y controlar impulsos.
