Los bebés tienen la curiosa costumbre de chuparse la mano y metérsela en la boca, llegando incluso a introducir su propio puño. ¿Pero qué impulsa a los pequeños a realizar este gesto? ¿Está relacionado con el hambre o con la dentición?
¿Por qué los bebés se meten la mano a la boca?
Según los expertos, a los dos meses de edad, los bebés están en constante descubrimiento del mundo que los rodea y necesitan estímulos para procesar la información.
A esta corta edad, los bebés tienen especialmente desarrollados el olfato, el oído y el gusto, por lo que meterse la mano en la boca podría ser una de las primeras formas en las que los pequeños experimentan con el exterior.
Además, los bebés cuentan con el instinto de supervivencia, y en el caso de los más pequeños, este instinto está estrechamente ligado a la función alimenticia.
Al llevarse el puño a la boca, el bebé está practicando las habilidades básicas necesarias para su supervivencia, ya que entiende que no puede comer si no consigue llevar el alimento a su boca.
¿Debo impedir que el bebé se meta la mano a la boca?
Es importante destacar que al realizar este gesto, el bebé no está masticando, sino succionando su puño. Aunque todavía no ha asociado que el alimento se debe masticar, está ejercitando los músculos maxilofaciales que serán necesarios para la masticación en el futuro.
El llevarse el puño a la boca también tiene un beneficio para el bebé en relación a su sistema inmunitario. Al entrar en contacto con su entorno a través de su mano, el bebé comienza a establecer una relación entre agentes externos como gérmenes o microbios y sus propias defensas, lo que contribuye al desarrollo de su sistema inmunitario.
Frente a algunos mitos extendidos, no hay constancia de que llevarse el puño a la boca durante los primeros meses de vida tenga relación con conductas posteriores como chuparse el dedo. Tampoco está directamente relacionado con la dentición, ya que los bebés comienzan a hacerlo desde el segundo mes de vida, mientras que los primeros dientes no aparecen hasta los seis u ocho meses.
En definitiva, la costumbre de los bebés de meterse las manos en la boca es un gesto natural e instintivo que forma parte de su proceso de desarrollo. Lejos de ser algo perjudicial, este gesto les permite explorar y adaptarse a su entorno, fortaleciendo sus habilidades motoras y su sistema inmunológico.
Esta nota fue realizada con la ayuda de Inteligencia Artificial.
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