Un estudio realizado por el Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos (INH) reveló que las mujeres experimentan más problemas de sueño que los hombres.
¿Cuáles son los factores que llevan a las mujeres a tener más problemas de sueño?
Esto se debe a una serie de factores relacionados con los cambios hormonales que tienen lugar en el cuerpo femenino a lo largo de la vida, como la pubertad, la menstruación, el embarazo y la menopausia.
Estos procesos hormonales pueden afectar el sueño de las mujeres de varias formas. Durante la menopausia, por ejemplo, se produce una disminución en la producción de estrógeno y progesterona, lo que puede causar dificultades para conciliar el sueño o despertares tempranos.
Además, se ha observado que las mujeres tienen mayor propensión a sufrir trastornos del sueño como la apnea obstructiva, el insomnio y el síndrome de piernas inquietas. Según el estudio del INH, esto se debe a diferencias en los reflejos neuromusculares locales y el control de la ventilación central.
¿Cuáles son las consecuencias de no dormir bien?
La falta de sueño puede tener graves consecuencias para la salud de las personas. No descansar lo suficiente afecta no solo al cerebro, sino también a todos los tejidos del cuerpo, así como a las hormonas de crecimiento y del estrés, el sistema inmunológico, el apetito, la respiración y la presión arterial.
El insomnio es una condición que afecta a entre el 15% y el 20% de los adultos, siendo más común en las mujeres, los adultos mayores y aquellos que tienen problemas físicos y mentales, según la médica Irene Rubio Bollinger.
Además de los cambios hormonales, el estrés también puede desencadenar problemas de sueño, ya que altos niveles de ansiedad o estrés pueden dificultar conciliar el sueño o despertarse varias veces durante la noche.
En resumen, el estudio confirma que las mujeres tienen peor sueño que los hombres debido a los cambios hormonales que experimentan a lo largo de la vida. Esto puede llevar a una mayor incidencia de trastornos del sueño y a consecuencias negativas para la salud. La importancia de cuidar el sueño y adoptar hábitos saludables se vuelve fundamental para mantener una buena calidad de vida.
