Recientemente, la sociedad ha visto cómo se utiliza al desamor como fuente de inspiración para componer música, escribir libros y redactar guiones para películas. Este ha sido el caso de grandes éxitos en la industria musical como 'Tears dry on their own (mis lágrimas se secan solas)' de Amy Winehouse; Rolling in the deep (Rodando en lo profundo) de Adele;'Flowers (Flores)' de Miley Cyrus o la misma BZRP Music Sessions #53 de la colombiana Shakira.
De acuerdo con los especialistas involucrados directamente en las intenciones detrás de quienes emiten los mensajes como de quienes los reciben, lo realmente interesante en este fenómeno en los patrones de comportamiento, es observar las reacciones de las personas que impulsan a estos grandes éxitos y hits musicales a los primeros lugares en las listas de popularidad a nivel mundial.
¿Por qué las mujeres tienen a hablar de desamor en redes sociales?
De acuerdo con Andrés Gamba, docente de psicología del Areandina, hay bastantes interrogantes que se desprenden del gusto o la atención por parte del público para reaccionar masivamente a temas relacionados con desamor, mayoritariamente por encima del amor y aspectos relacionados.
- ¿Es ético exponer abiertamente las emociones y contar una sola versión de los hechos?
- ¿Por qué las historias de amor no son tan lucrativas?
- ¿De dónde nace la necesidad de las personas en asumir que existen dos o más bandos en los temas relacionados con desamor?
Escuchar una sola versión de los hechos no hace justicia a la verdad
Así como los fenómenos físicos, las relaciones personales y sentimentales, pueden tener distintas interpretaciones de acuerdo con las condiciones en las que se encuentre el observador de los mismos.
"Es normal que cada persona construya una versión de los hechos a partir de su experiencia, lo que quiere decir que esa versión no es mentira, simplemente es la verdad de ese individuo, pero también es importante comprender que existen otras historias por contar. Lamentablemente los seres humanos tenemos una fascinación innata por encontrar culpables, más que comprender la complejidad del ser humano y las relaciones afectivas”, indicó el especialista.
Si soy mujer, ¿debo ayudar a otras mujeres?
Importantes historiadores destacan la década de los años 60 como el inicio del movimiento impulsado por múltiples y reconocidas mujeres en distintas partes del mundo, encargadas de ganar batallas trascendentales como la de empoderarse en su rol en la cultura, no solo por tener claridad de sus deberes y derechos, sino por colocar en palabras y leyes la búsqueda de la igualdad, situación que ha permitido que la sociedad continúe incorporando estos conceptos y formas de actuar.
De acuerdon el el especialista, lamentablemente en reiteradas ocasiones las mujeres caen en dinámicas sociales que, lejos de representar sororidad (amistad o afecto entre mujeres), develan un dejo de crueldad que, en lugar de reparar, fractura y divide más una población que cuenta con enormes cicatrices en su memoria histórica.
“Ejemplo de ello es el aplaudir el hecho de que una mujer destruya públicamente el nombre y la honra de otra mujer o comparar personas con objetos. Si bien, la psicología nos ha enseñado que toda acción tiene una consecuencia, también nos ha dicho que la consecuencia debe ser proporcional al acto realizado y qué tipo de comportamiento es tan grave para que el buen nombre de alguien, sea expuesto públicamente para que millones de personas se sientan con la autorización de destruirlo, criticarlo o burlarse. Al parecer la cacería de brujas de Salem no ha terminado, solo que ahora no se llama inquisición, sino redes sociales”, finaliza Gamba.