La obesidad se ha convertido en un gran problema de salud en todo el mundo, y el impacto que tiene en el corazón es cada vez más preocupante. Según el director del Centro Cardiológico de Bogotá, Gabriel Robledo Kaiser, esta enfermedad es uno de los principales factores de riesgo para el desarrollo de enfermedades coronarias.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el sobrepeso y la obesidad como una acumulación excesiva de grasa en el cuerpo, lo cual puede ser perjudicial para la salud. Este desequilibrio energético, causado por un aumento en la ingesta de alimentos calóricos y una disminución de la actividad física, es la principal causa de estas afecciones.
El sedentarismo y la alimentación poco equilibrada son dos de los principales factores que contribuyen al aumento de la obesidad, especialmente en personas más jóvenes.
¿Por qué aumenta la obesidad?
El uso de dispositivos electrónicos y el consumo de alimentos poco saludables ricos en grasas y azúcares son prácticas comunes en la sociedad actual, lo que está llevando a un incremento preocupante de esta enfermedad.
Para evitar problemas de obesidad y sobrepeso, el especialista recomienda reducir la ingesta de carbohidratos procesados, como los productos de panadería y las bebidas azucaradas. Además, es importante controlar el consumo de carnes procesadas y alimentos ultraprocesados que contienen muchas calorías y aditivos perjudiciales para la salud.
El impacto de la obesidad en la salud de nuestro corazón
La obesidad tiene un impacto significativo en el corazón y es una de las principales causas de enfermedades coronarias. La acumulación de grasa en el cuerpo puede obstruir las arterias y causar infartos, que cada vez se presentan en edades más tempranas.
Además, el sobrepeso y la obesidad también están asociados con la apnea del sueño, otro factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares.
Se recomienda una alimentación saludable, basada en frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras, mientras se reduce el consumo de azúcares, grasas trans y carbohidratos procesados. Además, es fundamental realizar al menos 150 minutos de ejercicio físico a la semana para mantener un equilibrio entre los alimentos consumidos y las calorías quemadas.
La lucha contra la obesidad es un desafío global, y es necesario tomar medidas para concienciar a la población sobre los riesgos asociados a esta enfermedad. Cuidar nuestra alimentación y mantenernos activos físicamente son acciones clave para prevenir problemas de salud relacionados con la obesidad y proteger nuestro corazón.
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