Los recuerdos falsos son una realidad común en nuestras vidas, incluso para aquellos que creen tener una excelente memoria. Julia Shaw, psicóloga del University College de Londres, asegura que todos experimentamos recuerdos falsos de manera constante, especialmente en nuestra memoria autobiográfica.
¿Cómo nuestra memoria nos engaña, creando falsos recuerdos?
Según Shaw, los recuerdos autobiográficos son complejos y están acompañados de componentes multisensoriales, como sensaciones, sabores, imágenes y emociones. Al recordar una experiencia personal, nuestro cerebro necesita conectar distintas partes responsables de estas diferentes sensaciones, formando una red de neuronas intrincada.
Sin embargo, estos recuerdos no son un registro exacto y fiable del pasado. Estudios científicos han confirmado una y otra vez que la forma en que recordamos es inherentemente defectuosa y, muchas veces, poco relacionada con eventos verificables.
¿Qué son los recuerdos y por qué creamos los falsos?
En este sentido, los recuerdos son realidades dinámicas y mutantes. Jorge Luis Borges describió la memoria como un "quimérico museo de formas inconstantes". Y aunque esto pueda generar dudas acerca de nuestra veracidad, Shaw considera que esta visión es fundamental para comprender cómo funciona nuestro cerebro.
Nuestros cerebros están diseñados para navegar en el presente y pensar en el futuro, no solo para registrar el pasado de manera perfecta. Son herramientas creativas y maravillosas que nos permiten resolver problemas, recombinar información y crear nuevas historias, soluciones e ideas.
Shaw compara los recuerdos con figuras de arcilla que seguimos remodelando cada vez que los tomamos. Añadimos y quitamos partes, olvidamos algunos detalles y nos influenciamos de recuerdos de otras personas o fuentes. Lo interesante es que no tenemos acceso a la versión original de un recuerdo, solo a la versión más reciente que hemos creado.
Este fenómeno de los recuerdos falsos ha sido objeto de experimentos realizados por Shaw y otros expertos en la materia. En uno de estos experimentos, Shaw demostró cómo un grupo de estudiantes pudo crear recuerdos falsos durante su investigación doctoral.
Aunque pueda resultar intrigante o inquietante, la realidad es que los recuerdos falsos son un subproducto de la increíble capacidad del cerebro para la inteligencia y la creatividad. Si bien nunca podremos estar completamente seguros de la veracidad de nuestros recuerdos, esto no debería preocuparnos. Nuestro cerebro está diseñado para adaptarse, resolver problemas y crear nuevas ideas.
En conclusión, todos experimentamos recuerdos falsos, incluso aquellos con buena memoria. Es importante comprender que nuestros recuerdos son dinámicos y moldeables, y que forman parte de nuestra capacidad única de pensar y crear.
