En los últimos tres años, el panorama del bienestar ha experimentado cambios significativos, especialmente después de la pandemia. El aumento del estrés y la atención en la salud y felicidad propias han puesto en primer plano las prácticas de atención plena, tanto para adultos como para niños.
Según un estudio realizado por Unicef en 2021, España es el país europeo con mayor número de niños y adolescentes con problemas de salud mental, con un 20,8% de la población de entre 10 y 19 años sufriendo algún trastorno.
¿De qué se trata el mindfulness?
El mindfulness se ha convertido en una herramienta muy valiosa para los niños que experimentan ansiedad o pensamientos incapacitantes. "Tomar conciencia del presente les permite comprender mejor la realidad", señala la psicoterapeuta Micheline Hogan.
Esta práctica les ayuda a liberar sus mentes del miedo y las preocupaciones, y no solo beneficia a aquellos sometidos a estresores externos, sino también a quienes tienen diagnósticos de trastornos de conducta como el TDAH, y a aquellos que experimentan altibajos emocionales, problemas de sueño o de concentración.
Aunque cada niño puede encontrar qué técnicas de atención plena le funcionan mejor, algunas de las más comunes incluyen llevar un diario, los baños de sonido, la meditación y el movimiento.
La manifestación, una técnica popular que consiste en convertir algo en realidad mediante la atracción y la convicción, también se ha utilizado con éxito. Roxie Nafousi, autora y coach de autodesarrollo, ha centrado gran parte de su trabajo en esta práctica. Su último libro, "Manifest For Kids", tiene como objetivo proporcionar a los niños las herramientas necesarias para comprender sus sentimientos y promover su autoestima.
¿Cómo aprender a manifestar para hacer los sueños realidad?
"Aprender a 'manifestar' es como un nuevo superpoder", explica Nafousi. "Les ayuda a trabajar y comprender sus emociones, en lugar de ser abrumados o definidos por ellas. Les permite ver el mundo desde una perspectiva más positiva, lo que cambia su experiencia".
Aunque pueda parecer que esta práctica simplemente anima a los niños y adultos a creer que el simple deseo de algo lo hará realidad, Nafousi y Page, la psicoterapeuta, destacan que en realidad promueve el desarrollo de la autoestima y la confianza en sí mismos.
La incorporación del mindfulness a la rutina de los niños se ha convertido en una estrategia fundamental para mejorar su bienestar mental y emocional. Con estas prácticas, los pequeños pueden aprender a gestionar el estrés, comprender sus emociones y vivir de manera más tranquila y relajada. En un contexto en el que la salud mental de los niños es un aspecto cada vez más relevante, el mindfulness se presenta como una valiosa herramienta para promover la felicidad y el equilibrio en su vida diaria.