El cabello y las uñas, dos elementos importantes del cuerpo humano, experimentan cambios a medida que una persona envejece. Estos cambios son parte natural del proceso de envejecimiento y afectan tanto el color como el grosor de estos elementos.
¿Por qué las uñas y el pelo son los primeros en hacer cambios?
Uno de los cambios más evidentes en el cabello es el color. A medida que envejecemos, los folículos pilosos producen menos melanina, el pigmento responsable del color del cabello. Esto se traduce en la aparición de canas, que generalmente comienzan a manifestarse alrededor de los 30 años de edad. Las canas suelen aparecer primero en las sienes y luego se extienden por toda la cabeza, haciendo que el cabello se vuelva cada vez más claro y, eventualmente, blanco.
Asimismo, el vello corporal y facial también se vuelve gris con el tiempo, aunque suele ocurrir más tarde que en el cuero cabelludo. Por otra parte, el vello de las axilas, el pecho y el área púbica puede encanecerse en menor medida o incluso mantener su color original.
Es importante destacar que la genética juega un papel crucial en el desarrollo de las canas. Las personas de raza blanca tienden a presentar canas a una edad más temprana, mientras que en las razas asiáticas suelen aparecer más tarde. No existen suplementos nutricionales, vitaminas ni otros productos que puedan detener o ralentizar el proceso de encanecimiento.
En cuanto al grosor del cabello, este también se ve afectado por el envejecimiento. El cabello está compuesto por fibras de proteína y tiene una vida útil de aproximadamente entre 2 y 7 años. Posteriormente, cae y es reemplazado por un nuevo cabello. Con el paso del tiempo, las fibras de cabello se tornan más pequeñas y pierden pigmento, lo que provoca que el cabello se vuelva más delgado, fino y de color claro.
Además, muchos folículos pilosos dejan de producir nuevos cabellos, lo que puede llevar a la pérdida de cabello en los hombres, especialmente en el área de las sienes o la parte superior de la cabeza. Las mujeres también pueden experimentar una pérdida de cabello similar con el envejecimiento, conocida como calvicie de patrón femenino.
Se sabe que, de los cambios en el cabello, las uñas también sufren alteraciones con el paso de los años. Crecen más lentamente y se vuelven pálidas, frágiles y opacas. En algunos casos, las uñas pueden volverse amarillentas y duras, y las uñas encarnadas pueden ser más comunes. También es posible que aparezcan rebordes longitudinales en las uñas de las manos y los pies.
Cómo actuar al ver estos cambios en tu cuerpo
Es esencial que, si notas cambios repentinos en la salud de tu cabello o uñas, consultes con un proveedor de atención médica, ya que podrían ser señales de algún problema de salud subyacente. Además, ciertos cambios específicos en las uñas, como hoyuelos, rebordes, líneas o cambios en el contorno, pueden estar relacionados con deficiencias nutricionales, enfermedad renal o deficiencia de hierro.
Es fundamental recordar que estos cambios en el cabello y las uñas son parte del proceso de envejecimiento natural y no se pueden evitar por completo. Sin embargo, llevar una dieta equilibrada, mantener una buena salud general y cuidar adecuadamente el cabello y las uñas puede ayudar a mantenerlos en buen estado durante el envejecimiento.
Esta nota fue realizada con la ayuda de Inteligencia Artificial.
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