Un estudio científico determinó que existe asociación entre el COVID-19 grave y posibles apariciones de problemas neurológicos a largo plazo. Existen similitudes sorprendentes entre pacientes con el virus y personas de la tercera edad.
Según el estudio realizado por investigadores del Beth Israel Deaconess Medical Center, los pacientes con COVID-19 grave, reflejan una caída en el rendimiento cognitivo que imita el envejecimiento cerebral acelerado.
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La caída en promedio de rendimiento cognitivo es de 10 años, lo que implicaría envejecimiento acelerado. Los científicos insisten en que estas son probabilidades en personas que contrajeron el SARS-CoV-2.
Algunos pacientes con COVID-19 grave como personas ya recuperadas, han presentado cuadros de depresión, pérdida de memoria y falta de pensamiento enfocado.
Es por esta razón que los investigadores se dieron a la tarea de llegar al fondo de estas situaciones y encontraron que un buen porcentaje en los cambios biológicos que llegan con el envejecimiento natural se presentan también en pacientes con COVID-19.
“También observamos asociaciones significativas de la respuesta celular al daño del ADN, la función mitocondrial, la regulación de la respuesta al estrés y al estrés oxidativo, el transporte vesicular, la homeostasis del calcio y las vías de señalización/secreción de insulina previamente asociadas con los procesos de envejecimiento y el envejecimiento cerebral”, se señala en la Revista científica Nature.
Frente a estos hallazgos, los científicos sugirieron realizar un seguimiento neurológico a pacientes recuperados por COVID-19 grave.
El equipo de investigadores analizó 54 muestras de tejido de la corteza frontal humana después de muertos en adultos entre los 22 y los 85 años. Los resultados arrojaron que, de ese grupo, un total de 21 muestras correspondieron a pacientes con COVID-19 grave y una de ellas, paciente asintomático con el virus.
“Si bien no encontramos evidencia de que el virus SARS-CoV-2 estuviera presente en el tejido cerebral en el momento de la muerte, descubrimos patrones inflamatorios asociados con COVID-19. Esto sugiere que esta inflamación puede contribuir a los efectos similares al envejecimiento observados en los cerebros de pacientes con COVID-19 y COVID prolongado”, comentó Jonathan Lee, investigador posdoctoral en BIDMC y la Escuela de Medicina de Harvard.