El sueño es una parte fundamental de nuestras vidas, sin embargo, existen varios mitos que circulan acerca de este tema tan importante. Afortunadamente, la Fundación Nacional del Sueño ha revelado información clave para desmitificar algunas creencias erróneas. A continuación, se presentan los mitos más comunes sobre el sueño y la verdad detrás de ellos.
¿Se puede hacer trampa a las horas que en realidad debes dormir?
El primer mito afirma que roncar no es un problema perjudicial, especialmente en los hombres. Sin embargo, esta afirmación es incorrecta. Para algunas personas, el ronquido puede ser un síntoma de un trastorno potencialmente peligroso conocido como apnea del sueño.
Esta afección provoca pausas en la respiración durante la noche, lo que reduce los niveles de oxígeno en la sangre y puede provocar daño cardíaco y vascular. Por lo tanto, es necesario que aquellos que ronquen y experimenten somnolencia durante el día consulten a un profesional de la salud.
El segundo mito sostiene que se puede "hacer trampa" en la cantidad de horas de sueño. Sin embargo, dormir más para compensar la falta de sueño no es efectivo. Cuando se acumula una deuda de sueño, resulta imposible saldarla.
Además, la privación crónica de sueño puede llevar a problemas de salud, seguridad, estado de ánimo y rendimiento laboral. Está comprobado que la falta de sueño se relaciona con la obesidad, la presión arterial alta y una menor productividad en el trabajo, entre otros.
Alertas sobre el sueño que sí son reales
El tercer mito plantea que la somnolencia diurna siempre indica que la persona no está durmiendo lo suficiente. Sin embargo, el exceso de somnolencia durante el día puede ser un signo de trastornos del sueño como la apnea del sueño o la narcolepsia, incluso después de haber dormido las horas recomendadas.
Estas condiciones pueden tratarse y es fundamental acudir a un médico en caso de experimentar una somnolencia excesiva. La somnolencia diurna puede ser peligrosa, ya que aumenta el riesgo de accidentes automovilísticos y afecta negativamente la capacidad mental y emocional.
El último mito sostiene que a medida que se envejece, se necesitan menos horas de sueño. Si bien es cierto que los patrones de sueño pueden cambiar con la edad, la cantidad de sueño que requiere el organismo no cambia significativamente. Las personas mayores pueden despertarse con más frecuencia durante la noche y dormir siestas durante el día, pero siguen necesitando de 7 a 9 horas de sueño como los adultos más jóvenes.
Estos mitos sobre el sueño son ampliamente creídos, pero es importante entender la verdad detrás de ellos para promover una buena calidad de vida y una salud óptima. Es fundamental buscar información confiable y consultar a un profesional de la salud en caso de dudas o problemas relacionados con el sueño.
Esta nota fue realizada con la ayuda de Inteligencia Artificial.
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