La tradición de fin de año de quemar el popular 'año viejo', un muñeco representativo relleno de materiales, como periódicos, pólvora y ropa usada, encuentra sus raíces en Ecuador a raíz de la colonización española.
¿De dónde viene la tradición de quemar un año viejo?
Según el profesor Odi Gonzales de la Universidad de Nueva York, citado por The New York Times, esta costumbre tiene origen en Ecuador y se ha extendido a otros países de Latinoamérica. El año viejo, que adquiere la forma de un humano y se viste con indumentaria vieja, simboliza la despedida del año que termina.
En Colombia, la tradición del año viejo también encuentra renovaciones. A partir de la Ley 2224 de 2022, se prohíbe el uso de pólvora y elementos pirotécnicos en los muñecos quemados durante las celebraciones del 31 de diciembre. Estos muñecos, que son incinerados a la medianoche, simbolizan la purificación y el desprendimiento de las malas energías acumuladas durante el año.
La creación de estos muñecos no solo implica la quema, sino también la colocación de una botella de licor y la redacción de un "testamento" humorístico que recoge los sucesos del año pasado y las recomendaciones para el próximo año.
Los cambios que ha tenido la tradición en Colombia
Es importante señalar que, a pesar de la prohibición oficial, la tradición del año viejo sigue viva en Colombia, adaptándose a las nuevas regulaciones para evitar sanciones más severas. La intención de la regulación es salvaguardar la seguridad de los participantes y prevenir incidentes que puedan afectar la integridad física.
A pesar de las medidas restrictivas sobre el uso de pólvora, la quema del año viejo sigue siendo un momento central en las festividades de fin de año en Colombia. Esta práctica ofrece a los colombianos la oportunidad de despedirse simbólicamente de los momentos difíciles vividos en el año que termina y dar la bienvenida a un nuevo año lleno de esperanza y posibilidades.
La tradición del 'año viejo' en Latinoamérica continúa evolucionando y adaptándose, manteniendo vivos los rituales que simbolizan la transición a un nuevo ciclo. Mientras tanto, los historiadores y antropólogos continúan estudiando para comprender mejor las raíces y evoluciones de estas prácticas culturales que han dejado una huella en la región.
Esta nota fue realizada con la ayuda de Inteligencia Artificial.
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