Ya llegó el tan esperado 24 de diciembre y en esta noche las familias colombianas están acostumbradas a preparar los más deliciosos platillos para compartir con los seres queridos. Una de las opciones culinarias es el pavo, un animal que, completo, puede llegar a pesar hasta 10 kilos y puede abastecer a toda una familia.
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El origen del pavo en la cena navideña
Ahora bien, ¿Por qué adoptamos esta costumbre que es tan norteamericana? Pues en Estados Unidos esta ave es más comida en el día de acción de gracias y poco a poco se fue convirtiendo en un platillo por excelencia para cualquier fecha especial del último mes del año.
De acuerdo con los historiadores, esta tradición tiene un origen azteca y se llevó a Europa gracias a los colonizadores españoles. Y es que los aztecas comían este alimento no para la navidad, pues no la celebraban, sino más bien para festejar el solsticio de invierno, el cual marcaba el inicio de un nuevo ciclo.
Para los aztecas se trataba de un alimento para todos los días, no necesariamente para las celebraciones y en Norteamérica se empezó a emplear para estas festividades decembrinas debido a que se trataba de un animal mucho más grande que las demás aves y que tiene un tiempo de engorde menor.
Muchas familias, de hecho, compran el pavo completo y lo hacen al horno, algo que resulta en una gran cantidad de comida por el peso que pueden llegar a tener. Gracias a esto se han creado incluso recetas para usar este pavo ‘recalentado’ en días posteriores.
En Colombia, hemos optado por comerlo como un plato frío, es decir, como una carne fría acompañada de una salsa dulce, por lo general de ciruela porque muchas empresas de embutidos han sacado este tipo de cenas navideñas rápidas de preparar.
Aunque sabemos que muchos no reemplazan el sancocho de gallina y el tamal por este alimento precocinado.