El mundo digital está implícito en la misma existencia del ser humano, toda vez que es la carta de presentación del individuo hacia afuera, hacia redes impensadas y lugares desconocidos. Un simple perfil define a la perdona y de cierta manera, define su identidad. Las herramientas que regulan el comportamiento asociativo y el nivel de interacción son los Likes y los comentarios. Lo anterior, refuerza nuestro autoconcepto y autoimagen, por lo que muchas personas ven en las redes sociales la posibilidad de construir una identidad que exprese una idealización de sí mismas.
Expertos señalan que hay que dudar de quien pide insistentemente encender la cámara para ver a la otra persona
De acuerdo con los expertos, lo que la persona ve cuando le agrada alguien a través de redes sociales, es la digitalización del yo ideal, es decir, que desea ser partícipe de sus gustos, de su físico o de sus logros profesionales.
Según el doctor José Areth Estevez Ceballos, docente de Psicología del Areandina, “cuando conocemos a alguien por redes sociales no tenemos más información por fuera de su expresión audiovisual y nos encontramos ante una situación que suscita incertidumbre, curiosidad y en muchos casos la realización de un deseo reprimido”. Indicó el especialista.
Bien se pueden remontar las personas a 1995, año en el que ingresó match.com , herramienta que abrió la puerta para que en el presente siglo se presentaran todo tipo de reuniones con fines amorosos.
Lo que realmente las personas no se detienen a revisar es, qué tipo de intención mueve al individuo que le gusta con las publicaciones que realiza. Así como en las redes y las aplicaciones de citas cuentan con personas honestas con fines nobles, existen otras camufladas en el mundo digital, que solamente buscan extorsionar, engañar o chantajear.
Señales de atención frente a citas acordadas por redes sociales y apps de citas
Debido a la falta de información que existe en muchas ocasiones de la persona con la que se va a contactar en el plano real, los expertos indican que hay algunos tips que ayudan a tener mayor dominio en potenciales riesgos:
Intercambio de fotos o de videos íntimos (s3xting): si bien es una práctica difundida entre las personas que usan las redes sociales para encuentros amorosos, debe evitarse, más aún, cuando al otro lado de la pantalla está una persona desconocida.
Interés desmedido: Es importante que tengas la suficiente astucia y pericia para notar interés en conocer aspectos puntuales de tu vida privada como la dirección de residencia o de trabajo, horarios laborales, información de familiares, cuentas bancarias, datos financieros o lugares que más frecuentas.
Videollamadas con otros fines: Es importante que dimensiones los riesgos, por más de que ciertas acciones parezcan inofensivas o corrientes. Es así como cuando la otra persona se muestra insistente sobre manera en conectarse por videollamada, puede estar asociado con el deseo de control o hacer uso de grabadores de pantalla con fines extorsivos u otros delitos.
Finalmente, según el experto en este tipo de acciones sociales relacionadas con las extorsiones o actos infortunados por redes sociales, hay más aspectos clave de los cuales las personas se pueden valer para sospechar de quien está al otro lado de la pantalla.
“Siempre hay que sospechar de cuentas con pocos seguidores y una gran cantidad de seguidos, de fotos de personas con alto contenido de edición o con contenido erótico. Sería de gran ayuda triangular la información con otras redes sociales, es decir, sospechar ante la negativa de compartir el perfil y, establecer contacto telefónico para profundizar en aquellos puntos que nos interesan de esta persona”, concluyó Estevez.
