En épocas de vacaciones, es común querer lucir partes del cuerpo que suelen estar cubiertas durante el invierno, como los pies. Sin embargo, muchas personas padecen de resequedad y agrietamiento en esta área debido a la falta de cuidado adecuado.
Estas son las causas de los pies secos y agrietados
La piel de los pies tiene mayor grosor y densidad debido a las células adiposas presentes en esta zona, las cuales soportan todo el peso del cuerpo y generan mayor fricción, propiciando así la resequedad.
Los talones son la parte más afectada, desarrollando durezas que, en casos más graves, pueden convertirse en hiperqueratosis, causando un crecimiento excesivo de la piel.
La falta de hidratación es una de las principales causas de la sequedad en los pies. Además, el tipo de calzado y la forma de caminar de cada individuo también juegan un papel importante. Una pisada incorrecta o desequilibrada provoca mayor presión y apoyo en ciertas áreas del pie, agravando el problema.Cabe mencionar que las personas que padecen diabetes o enfermedades metabólicas son más propensas a sufrir de pies secos y agrietados. Esto se debe a que la piel se vuelve más sensible y seca, incrementando su resequedad. Las personas con problemas de circulación también pueden presentar esta condición con mayor frecuencia.
Consejos para evitar los pies secos y agrietados
Además, hay otras condiciones y patologías que pueden generar resequedad en los pies, como deficiencias vitamínicas, piel atópica, hipotiroidismo, obesidad, embarazo, tabaquismo y edad avanzada. Estas condiciones afectan la elasticidad e hidratación de la piel, contribuyendo a su sequedad.
Los síntomas más comunes de los pies resecos incluyen descamación, picazón, enrojecimiento en las zonas menos hidratadas, inflamación, molestias y dolor. En casos más severos, pueden aparecer grietas que requieren un manejo cuidadoso para prevenir infecciones.
Para evitar la resequedad en los pies, es necesario mantener una hidratación continua y adecuada. Se recomienda utilizar cremas específicas para los pies y aplicarlas en la noche con suaves masajes. Es importante evitar aplicar la crema entre los dedos para no generar mayor humedad y prevenir otras patologías. Además, es recomendable usar calcetines de algodón después de aplicar la crema para una mayor hidratación durante la noche.
En cuanto al calzado, se debe optar por zapatos cómodos que no aprieten ni queden holgados. Es fundamental que se ajusten correctamente al pie y evitar que tengan costuras en su interior para evitar roces y fricciones.
En el caso de las mujeres amantes de los tacones, es importante que estos no superen los tres centímetros, de manera que los puntos de apoyo estén equilibrados. Además, se recomienda utilizar calcetines sin costuras y un jabón suave para evitar dañar la barrera protectora de la piel.