El peor error que podemos cometer a la hora de lavar nuestros tenis o zapatillas es meterlos a la lavadora, pues puede resultar en daños permanentes o deformaciones en nuestro calzado favorito.
No laves tus tenis o zapatillas en la lavadora
Es por eso que, especialistas han compartido una guía adecuada para limpiar tus tenis de manera efectiva.
Cuando sacamos nuestros tenis de su caja y los utilizamos, se vuelven "vulnerables" a la suciedad. Ya sea por un charco de agua negra, polvo, restos de comida o pantano, siempre existe la posibilidad de que aparezca una molesta mancha que no nos permite lucirlos bien sino hasta que desaparezca.
No debemos entrar en pánico, pues existen diversas técnicas y herramientas que nos permitirán devolverle a nuestros tenis ese aspecto impecable.
Meter los tenis a la lavadora puede parecer una opción rápida y cómoda, pero también es la forma más segura de dañarlos permanentemente. La piel puede deteriorarse, los colores pueden transferirse a otras superficies y, en el peor de los casos, nuestros tenis pueden deformarse.
¿Cómo lavar mis tenis o zapatillas correctamente?
Es recomendable hacerlo a mano para preservar su ergonomía y color original. A continuación, te explicaremos cómo hacerlo:
1. Retira los cordones y las plantillas y lávalos a mano.
2. Prepara una mezcla de agua y jabón en un barreño y sumerge los cordones y las plantillas en ella.
3. Utiliza un cepillo de ropa o de dientes para limpiar la zapatilla por encima, no sumergiéndola completamente en agua. Frota bien para retirar la suciedad superficial.
4. Prepara una mezcla de bicarbonato de sodio y vinagre y aplícala en las zonas más sucias de la zapatilla. Frota con el cepillo para remover la suciedad incrustada. Este truco también es efectivo para limpiar zapatillas de tela blanca.
5. Después de limpiar el exterior, frota el interior de la zapatilla con el mismo cepillo. No las sumerjas en agua, solo límpialas por dentro. Luego, introduce papel de cocina en el interior para absorber la humedad.
6. Lava las plantillas y los cordones, asegurándote de eliminar cualquier rastro de humedad. Si están muy sucios, utiliza la mezcla de bicarbonato de sodio más vinagre blanco.
7. Retira el papel de cocina y deja que las zapatillas se sequen en un lugar con buena ventilación y sin exposición directa al sol.
Si tus zapatillas están extremadamente sucias, sumérgelas en agua con jabón durante 10 a 15 minutos. Frota su interior con un cepillo para eliminar toda la suciedad. Después, utiliza la mezcla de vinagre blanco y bicarbonato de sodio para limpiar tanto el exterior como el interior.
Recuerda no utilizar fuentes de calor para acelerar el proceso de secado y tener dos pares de zapatillas en caso de que necesites salir a correr a diario, permitiendo así que cada par tenga tiempo suficiente para secarse por completo.
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