La limpieza y desinfección de la nevera son fundamentales para evitar la contaminación de los alimentos y garantizar la higiene y salud de los residentes.
¿Cómo limpiar correctamente la nevera?
Es importante retirar todos los productos de la nevera. Asegúrate de tener a mano los productos de limpieza adecuados, así como paños y toallas. También es recomendable buscar un lugar para colocar los alimentos mientras se realiza la limpieza, para no interrumpir la cadena de frío.
Primero retira los alimentos de la nevera, luego extrae todas las partes removibles, como las bandejas y cajones, después limpia las paredes interiores de la nevera, sigue limpiando las juntas de las puertas, coloca nuevamente los alimentos en su lugar de forma ordenada, limpia el exterior de la nevera, incluyendo la bandeja de drenaje y vuelve a enchufar el electrodoméstico.
¿Cada cuánto debo lavar mi nevera?
Se recomienda realizar una limpieza superficial al menos cada 15 días y una limpieza más exhaustiva cada 2 meses.
¿Cómo limpiar la nevera sin desenchufarla?
Además de limpiar el interior de la nevera, es importante prestar atención a los cajones y bandejas. Podemos lavarlos en el lavaplatos con agua caliente y jabón o utilizar un ingrediente natural como el vinagre, que tiene propiedades desinfectantes y desengrasantes.
Solo tienes que mezclar vinagre con agua, viértelo en un pulverizador y rocía la mezcla sobre los cajones y bandejas, luego seca con un paño absorbente.
La limpieza de las paredes interiores puede realizarse con bicarbonato de sodio o limón. En el caso del bicarbonato, mezcla 3 cucharadas de bicarbonato en un recipiente con 2 tazas de agua. Sumerge una esponja en esta mezcla y frota las paredes y compartimentos de la nevera. Deja actuar durante 5 minutos y retira con un paño limpio. Si prefieres usar limón, mezcla el zumo de 3 limones con agua en un pulverizador, rocía las paredes y deja actuar durante 5 minutos antes de frotar con un paño limpio.
No olvides limpiar las juntas de las puertas, pues es importante mantenerlas limpias y secas para evitar la aparición de moho. Puedes utilizar agua con vinagre y un paño para limpiar las juntas, utilizando un cepillo de dientes para los lugares de difícil acceso. Si hay presencia de moho, puedes dejar durante unas horas una gasa empapada en agua oxigenada y luego limpiar y secar.
Para evitar malos olores en el interior de la nevera, puedes colocar la mitad de un limón con clavos o un poco de café.
En cuanto a la limpieza del exterior de la nevera, si las puertas son blancas, puedes utilizar los mismos productos mencionados anteriormente. Sin embargo, si las puertas son de acero utiliza una mezcla de aceite de oliva y limón para desengrasar sin dañar el material. Exprime los limones y mezcla el zumo con 4 cucharadas de aceite de oliva. Frota la mezcla en las puertas con un trapo suave siguiendo las vetas del acero y deja actuar durante 10 minutos.
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