Dentro de las distintas religiones, se encuentran numerosas figuras a las cuales se les rinde culto. Estas pueden variar según la cultura, el entorno social y diferentes elementos que influyen en las creencias y prácticas religiosas de cada persona.
En particular, la fe cristiana cuenta con un gran número de creyentes a nivel mundial y también recoge una cantidad considerable de figuras de culto. Uno de estos casos concretos son los Ángeles de la Guarda, seres encargados de cuidar y proteger a cada individuo a lo largo de su vida, especialmente cuando deben enfrentar situaciones adversas o desafiantes que requieren de protección.
¿Cómo invocar la presencia del Ángel de la guarda?
Existen diferentes Ángeles de la guarda o arcángeles, cuya elección puede variar según el signo zodiacal o la fecha de nacimiento de cada persona. Es por ello que la forma de invocar a cada uno de ellos puede ser diferente, lo cual genera un amplio número de rituales y oraciones destinados a convocar a estas figuras protectoras.
Uno de los ejemplos más conocidos es una oración que se enseña a muchos desde temprana edad, con el propósito de invocar a su Ángel de la guarda y contar con su protección tanto en el día a día como durante el sueño. Esta oración se realiza generalmente durante la noche y dice así:
"Ángel de mi guarda, de mi dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día, hasta que me pongas en los brazos de Jesús y de María. Ven siempre a mi lado, tu mano en la mía. ¡Ángel de la Guarda, dulce compañía!".
Rituales para atraer la presencia del Ángel de la Guarda
Esta oración puede acompañarse de un Padre Nuestro u otras plegarias. Otro ritual reconocido para invocar a estas figuras es a través de la meditación. Para lograrlo, se debe buscar un espacio tranquilo y silencioso donde sea posible adoptar una posición cómoda, cerrar los ojos y respirar profundamente.
Una vez se alcanza un nivel de concentración profunda, se pide imaginar una luz blanca que ingresa por la cabeza, lo que permitirá a la persona visualizar a su Ángel de la guarda y comunicarle los motivos por los cuales se requiere su protección especial.
Por último, también se pueden invocar mediante el uso de una vela. El color de la vela puede variar entre azul y amarillo, según el Ángel correspondiente a la fecha de nacimiento. Una vez encendida la vela, se le llama por su nombre y se realizan peticiones específicas en busca de su guía, compañía y protección.
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