En el artículo de hoy, te brindaremos algunos consejos prácticos para enseñarle a tu gato a utilizar el arenero de manera adecuada. La mayoría de los gatitos aprenden este hábito de su madre por imitación, pero si tu felino necesita un poco de orientación, estás en el lugar correcto.
Vale la pena destacar que, si tienes más de un gato en casa, es recomendable contar con una bandeja para cada uno, e incluso una suplementaria.
¿Cómo enseñarle a tu gato a usar el arenero?
El primer paso es asegurarte de que tu gato no tenga ninguna excusa para no su arenero. Mantenlo limpio y colócalo en un lugar accesible pero íntimo, lejos de su comida y agua. Evita áreas húmedas, oscuras o cercanas a lugares con mucho tránsito. También es importante elegir una bandeja adecuada para tu gato, preferiblemente profunda para evitar que dispersen la arena al raspar.
En el mercado encontrarás bandejas abiertas y cerradas. Si tu gato prefiere disfrutar de su intimidad, puedes optar por un arenero cubierto con un filtro de carbón para controlar los olores. Asegúrate de utilizar una arena compacta y aglomerante, ya que esta maximiza la captura de humedad y neutraliza los olores, ofreciendo un aroma suave y sin polvo.
Para preparar el arenero, rellénalo con una profundidad de aproximadamente siete centímetros de arena. Luego, cada vez que sea utilizada, retira los residuos sólidos con una pala, dejando la arena absorbente limpia y seca. Cuando llegue el momento de cambiar completamente la arena, vacía por completo la bandeja y lávala con agua caliente y detergente, evitando el uso de desinfectantes.
Entre más como se sienta tu gatito, más rápido aprenderá que aquel lugar fue preparado especialmente para él y sus necesidades sanitarias.
Aspectos a tener en cuenta si tu gato no hace uso del arenero
Recuerda nunca dejar a tu gato sin una bandeja sanitaria en casa, ya que retener la orina durante largos períodos puede llevar a la formación de cristales y provocar cistitis. Si tu gato comienza a orinar fuera de la bandeja, puede ser un indicio de un problema físico como la enfermedad del tracto urinario inferior felino (FLUTD), que puede ser doloroso y potencialmente fatal si se obstruye el paso de la orina.
Presta atención a señales como frecuentes visitas al arenero, manchas de orina de color oscuro o rojizo, gritos de angustia o una higiene excesiva en las partes genitales. Ante cualquier sospecha de enfermedad en tu gato, no dudes en consultar al veterinario.
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