La diarrea es un problema de salud frecuente en los niños pequeños. Cuando los niños experimentan deposiciones sueltas y líquidas con mayor frecuencia, es probable que estén padeciendo de diarrea. Según los datos de Estados Unidos, los niños menores de 4 años pueden llegar a tener diarrea entre 1 o 2 veces al año.
Así se debe controlar la diarrea en los bebés
Es importante que los padres conozcan cómo tratar y controlar la diarrea. En casos de diarrea leve sin vómitos, generalmente desaparece por sí sola en un par de días. Por lo tanto, no es necesario cambiar la dieta del niño ni administrar soluciones de electrolitos.
Es posible continuar dando leche materna, fórmula o leche de vaca, aunque si el niño presenta hinchazón o gases después de consumir fórmula o leche de vaca, se recomienda consultar al médico sobre la conveniencia de evitar dichos productos.
Por otro lado, cuando se presenta diarrea leve con vómitos, es necesario interrumpir la dieta habitual del niño. Se deben administrar soluciones de electrolitos en pequeñas cantidades hasta que los vómitos cesen, generalmente por 1 o 2 días.
Una vez que los vómitos hayan disminuido, se puede reintroducir gradualmente la dieta habitual del niño. Algunos niños pueden tener dificultad para tolerar la leche de vaca durante la diarrea, por lo que el médico podría recomendar su eliminación temporal de la dieta. Sin embargo, la lactancia materna debe continuar.
En casos de diarrea grave, se debe llamar al médico del niño de inmediato. Si el niño tiene deposiciones líquidas cada 1 o 2 horas, o incluso con mayor frecuencia, y muestra signos de deshidratación, puede ser necesario suspender la alimentación por un corto período de tiempo, centrándose en la ingesta de líquidos para reponer los líquidos perdidos en las heces.
Se recomienda evitar líquidos con alto contenido de azúcar, alto contenido de sal o muy bajo contenido de sal, como agua y té. En casos de deshidratación grave, es posible que se deba administrar líquidos por vía intravenosa en el departamento de emergencias.
Es importante destacar que, si el niño presenta fiebre y vómitos junto con la diarrea, podría tener diarrea viral. En estos casos, lo más relevante es evitar la deshidratación del niño.
Si el niño muestra signos o síntomas de deshidratación, se debe llamar al médico de inmediato. Además, se debe contactar al pediatra si el niño presenta diarrea y alguno de los siguientes casos mencionados en el artículo.
En cuanto al uso de soluciones de electrolitos, en general, la mayoría de los niños con diarrea leve no las necesitan. Sin embargo, las soluciones de electrolitos son útiles para el tratamiento en el hogar de casos moderadamente graves de diarrea.
Así se debe alimentar a los bebés en un cuadro de diarrea
Respecto a la alimentación durante la diarrea, el ayuno no es un tratamiento. Sin embargo, en casos de vómitos, algunos niños pueden beneficiarse de una reducción en el consumo de alimentos sólidos, mientras se les brindan pequeñas cantidades de líquidos, especialmente soluciones de electrolitos. A medida que el niño se recupere, se puede permitir que coma tanto o tan poco de su dieta habitual como desee.
En relación a la dieta BRAT (plátanos, arroz, puré de manzana y tostadas), que anteriormente se recomendaba durante la recuperación de la diarrea, ahora se considera que no es útil. Según algunos pediatras, esta dieta baja en fibra, proteínas y grasas no proporciona los nutrientes suficientes para la recuperación del sistema digestivo del niño y, en el peor de los casos, podría prolongar los síntomas de la enfermedad. Se recomienda que los niños vuelvan a consumir una dieta normal y equilibrada, adecuada para su edad, dentro de las 24 horas posteriores a la enfermedad, incluyendo una mezcla de frutas, verduras, carne, yogur y carbohidratos complejos.
En cuanto a los medicamentos antidiarreicos, no se recomiendan para niños menores de 2 años y pueden ser perjudiciales incluso para los niños mayores. Siempre es importante consultar al médico antes de administrar cualquier medicamento a un niño con diarrea.
Los probióticos, que son bacterias beneficiosas para el intestino, pueden tener efectos beneficiosos en la diarrea, aunque se necesitan más estudios al respecto.
Para reducir el riesgo de diarrea en los niños, es importante detener la propagación de gérmenes, lavándose las manos con frecuencia y evitando el contacto con otros niños que tengan diarrea o vómitos. También se debe evitar el consumo de leche cruda o alimentos que puedan estar contaminados, así como el uso innecesario de medicamentos, especialmente antibióticos.
La lactancia materna es recomendada, ya que la leche materna contiene sustancias que ayudan a proteger al bebé de diversas enfermedades e infecciones. Además, asegurarse de que el niño haya recibido la vacuna contra el rotavirus es importante, ya que esta protege contra la causa más común de diarrea y vómitos en bebés y niños pequeños.
Esta nota fue realizada con la ayuda de Inteligencia Artificial.
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